Su estilo de juego es agresivo, su actitud es imponente y su bate es peligroso… muy peligroso y todo el mundo lo sabe.
El receptor de los Tigres del Licey Yermín Mercedes se encuentra en su séptima temporada en la pelota invernal dominicana, luego de haber sido seleccionado por los Tigres en la ronda 17 (pick #100) del draft de novatos del 2014.
Mercedes es un tipo que se las trae y la confianza brota por sus poros, tal y como sucedió en la décima entrada del partido del martes, cuando sacó la bola del parque con un compañero en base para darle la cuarta victoria del año a los azules.
Ese es Mercedes, un tipo a quien el gerente general Junior Noboa describe como “un muchacho com mucho talento y una gran capacidad”.
Al llegar a la doble jornada de ayer, Mercedes había jugado dos partidos y conectado cuatro indiscutibles en ocho turnos al bate para un promedio de .500, con un vuelacercas, dos empujadas y dos anotadas.
Un bateador de por vida de .291-.343-.394 (promedio, porcentaje de embasarse y slugging), Mercedes es de esos jugadores que lucen ideales para la Liga de Béisbol Profesional de la República Dominicana.
En playoffs ha causado mucho daño, con seis cuadrangulares en 46 partidos que ha jugado entre Round Robin y Serie Final.
Un jugador de ocho años de experiencia en ligas menores que hizo su debut en Grandes Ligas con los Medias Blancas de Chicago en la campaña de la pandemia, Mercedes parece una ficha perfecta para la pelota invernal.
Su actitud, y a veces su comportamiento errático, le ha traído problemas en el pasado, incluyendo una suspensión del equipo previo al inicio de la temporada por violar el protocolo COVID-19.
Pero Mercedes es un pelotero muy joven todavía, con apenas 27 años de edad, y herramientas de sobra para imponer su estilo.
No cabe duda de que su capacidad en el plato le ayuda y que es de esos jugadores que traen esa chispa innata que lo hace “caer bien”.
Si logra poner todo en sintonía, Mercedes apunta a ser una ficha clave en el presente y el futuro mediano del Licey.
Y si se concentra en hacer las cosas como se debe, ese efímero paso por las Grandes Ligas el año pasado, podría convertirse en algo fijo y a largo plazo.