Aguaceros en Santiago no mitigan la sequía

Aguaceros en Santiago no mitigan la sequía

Andrés Burgos, director general de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santiago (Coraasan).

Las lluvias que han caído recientemente en esta ciudad no han impactado lo suficiente para llenar el embalse Taveras-Bao y la toma de López, que es desde donde se capta agua para los acueductos, afirmó el miércoles pasado el director general de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santiago (Coraasan), Andrés Burgos, quien manifestó su preocupación por la sequía.

“Este año se ha pronosticado una sequía por consecuencia del fenómeno El Niño. El nivel de la presa hoy (ayer), es de 314.40 metros sobre el nivel del mar”, dijo el fuincionario.

Burgos destacó que en momentos en que la sequía estacionaria afecta al país, los colaboradores trabajan día y noche por el mantenimiento del servicio.

Puede leer: Exprimer ministro dice urge gobierno en Haití que restablezca seguridad

Al encabezar la misa de acción de gracias en el marco del 46 aniversario de fundación de Coraasan, Burgos manifestó su agradecimiento a Dios por estas décadas que tiene la institución al servicio de la población de Santiago.

El funcionario destacó, además, los logros de la institución en los dos años y medio de su gestión, entre los que figuran, la rehabilitación y terminación de los acueductos de La Canela, Cienfuegos y la Obra de Toma de López. También la rehabilitación del acueducto Noriega II, que no está en operación aún por culpa de la sequía.

Por su lado, el obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Santiago, Monseñor Carlos Tomás Morel Diplán, al oficiar el servicio religioso, apeló a la responsabilidad ética para la preservación del agua, al resaltar que es un compromiso de todos hacer un uso eficiente para que a las futuras generaciones no les falte. “Hay gente que se quiere tomar todo el agua ahora pero a la generación futura que le vamos a dejar. Hay gente que no está pensando en eso, hay gente que piensa sólo en sus intereses”.

Instó a la población a convertirse en guardiana del agua y los recursos naturales, en momentos en que el país enfrenta este fenómeno cíclico.