Mantener la motivación al más alto nivel y siempre confiar en que cuando se quiere se puede, ha sido uno de los lemas que ha seguido la golfista dominicana Karina Sánchez Martínez.
Una tenista que se vio obligada a cambiar de deporte por una severa lesión en su rodilla, Sánchez ha brillado de una manera interesante.
“Mi golf llegó después de una lesión en la rodilla mientras jugaba tenis y justamente cuando me rompí el ligamento cruzado anterior, mi médico me dijo que la recuperación era de un año… yo no sabía que la lesión era tan grave. Y mi médico me dijo que me fuera a jugar ajedrez o golf. Tengo cinco años jugando y las cosas me han ido bien”, indicó Sánchez al conversar con redactores de Hoy.
Pero no todo fue color de rosas en ese largo proceso de recuperación, ya que la parte física no fue lo único afectado sino también lo mental.
“La lesión fue extremadamente frustrante. Cuando me pasó me deprimí y pensé que todo se iba a acabar, fui muy dramática, pero con el tiempo me di cuenta que fue lo mejor que pudo pasarme”, agregó la talentosa atleta.
El camino hasta el presente. Sánchez es una diseñadora gráfica de profesión, que actualmente cursa estudios en el Professional Golfers Career College, donde recibe clases avanzadas sobre el golf, la instrucción y el aspecto empresarial de la industria, en el Orange County, en Orlando Florida.
Sánchez lamenta que para poder emprender el sueño y tratar de superarse, sin embargo, tuvo que irse del país.
“Para yo tratar de superarme tuve que irme del país, como mucha gente tiene que hacer, como a muchos amigos les pasó tanto en tenis como en golf”, señaló.
Pero eso no le ha quitado el ánimo de destacarse ni de ser mejor.
“No dejo que nada me pare. Si tengo que durar tres horas tirando bolas en el techo de mi casa, lo voy a hacer. Si yo no llego va a ser por desempeño mío”.
Y agregó: “Ser atleta en el país es muy sacrificado, pero en cualquier país, no importa el país que sea, hay que poner el desempeño, si no, uno no va a llegar. Uno puede tener todo el talento del mundo, pero si no pone el trabajo no va a llegar. Todos los días me levanto y voy al gimnasio, luego hago yoga para balancear el cuerpo y de ahí me voy a la Laguna y me voy a practicar y a jugar”, dice Karina.
Su condición en golf. En apenas cinco años de practicar el deporte, considerado por muchos en el país como de élite, además de ser más un evento social que un deporte, Sánchez ha avanzado rápidamente y ya considera la posibilidad de lanzarse al profesionalismo.
“Ahora mismo juego con un handicap 1 que es un buen handicap. Las profesionales la mayoría son +2 y +3, pero he jugado torneos con ellas y veo que no me falta mucho para llegar allí”, dijo.
¿Y qué le falta a Karina para dar ese salto?
“No me he hecho profesional porque solo tengo cinco años jugando, me falta nivel pero sé que solo conseguiré ese nivel jugando más. Por el desempeño que he tenido en los tours amateurs, creo que ya estamos cerca de convertirnos en profesional. Estoy en un punto en el que pase lo que pase estoy cerca de lograrlo”, comentó.
Pero ese cerca implica un trabajo todavía arduo y extenso para alcanzar el nivel deseado.
“Creo que para el 2020 puedo entrar. Si quisiera hacerlo en el 2016 tendría que colocarme entre las primeras 250 del mundo, pero voy a fajarme para lograr la meta que he hablado con mi familia, con mi mamá”, manifestó la intrépida joven al ser entrevistada para Juventud Hoy.
La falta de apoyo. Uno de los principales obstáculos que enfrenta Karina, y otros como ella, es la falta de apoyo económico en un deporte caro y exigente tanto por el costo de los utensilios como de los viajes para asistir a los torneos y las diferentes citas de actividades.
“Todo el que juega golf en este país sabe que es un deporte extremadamente caro, no solo las clases, son los torneos y movernos por los torneos. En enero voy a Florida y cuando uno se mueve ahí no es tan complicado porque se hace en carro, pero de ahí en adelante el apoyo económico es vital”, agregó la talentosa jugadora.