Puerto Príncipe.- El Presidente de Haití, Jovenel Moise, hizo hoy un nuevo llamado al diálogo para solucionar la grave crisis que sacude al país, sin referirse en modo alguno a las constantes peticiones de dimisión en las reiteradas protestas convocadas en su contra por parte de la oposición.
En su primera comparecencia ante la prensa desde que en agosto comenzaron las movilizaciones, muchas de ellas de carácter violento, el mandatario se dirigió a la nación en una rueda de prensa celebrada en los jardines del Palacio Nacional, aunque fue muy evasivo ante las preguntas de los medios relativas a sus intenciones de seguir en el poder.
“El país es un país en crisis. La crisis social, crisis económica y crisis política son muy profundas, pero lo que quiero decir a la población hoy es que esas crisis solo hay una manera de resolverlas. Podemos resolverlas cuando decidimos unirnos”, afirmó.
Aunque Moise admitió que el país se encuentra en una crisis sin precedentes, achacó los principales males que sufre Haití al sistema que rige la nación- “Es un problema sistémico.
Es un sistema que tiene guardianes, herederos y víctimas”, dijo, y afirmó que “solo podemos tocar el sistema a través del diálogo.» Asimismo, reconoció que “cuando no se cumplen las expectativas, es normal que haya turbulencias”, las cuales comenzaron en 2017, a raíz de lo que la población denominó un “presupuesto criminal» porque las cuentas que aprobó el Parlamento aumentaban considerablemente los impuestos a la población.
En su momento, el presidente no lo admitió y, por primera vez, utiliza la expresión “presupuesto criminal”, como lo hacía la gente en las calles, y lo señala como origen de las primeras protestas contra su gobierno.
En ese sentido, el presidente dijo que el descontento social “es legítimo” pero que todas las cuestiones deben plantearse “en la mesa de negociación”, e insistió en que está “a favor de un diálogo que permita a todos los haitianos hacer oír su voz. Estoy listo para un diálogo franco y sincero”, reiteró.
El mandatario afirmó que su gobierno está “trabajando para devolver la serenidad al país” y para “recuperar la paz”, y se comprometió a hablar con la población más a menudo.
La comparecencia de Moise se produce el mismo día en el que las Naciones Unidas cierran oficialmente su misión de paz en Haití, después de que el pasado mes de abril se acordara una última prórroga de seis meses al mandato de la misión, conocida por las siglas Minujusth, creada en 2017 en sustitución de la Minustah, una operación mucho más grande que estuvo más de una década en el país.
Ahora, la Minujusth, que se ha centrado sobre todo en apoyar mejoras en la Policía Nacional, será reemplazada por una misión de carácter político, ya fuera de la rama de mantenimiento de la paz de la ONU.
La salida de la operación se produce en plena crisis en Haití, con repetidas manifestaciones multitudinarias contra Moise, que en ocasiones han desembocado en saqueos, violencia y muertes.
Haití no tiene un Gobierno efectivo desde el pasado marzo ante el bloqueo del Parlamento por parte de la oposición, pero la situación en las calles se complicó desde agosto en respuesta a problemas de desabastecimiento de combustibles. La corrupción, la escasez de combustible, el hambre y la inseguridad han exacerbado la crisis, que está paralizando todas las actividades en la región de Puerto Príncipe y en otras ciudades del país desde hace semanas.