La mayoría de los usuarios se preguntan que tan prometedora o peligrosa puede llegar a ser la IA y es una inquietud que se mantendrá activa por mucho tiempo, pues la Inteligencia Artificial y los robots están transformando nuestra forma de trabajar y nuestro estilo de vida, actualmente la IA se mantiene con una auténtica revolución con novedades constantes donde hemos visto herramientas que permiten desde convertir un simple dibujo en una App funcional, crear videos cortos para compartir en las redes sociales, narrar libros con voces creadas digitalmente, establecer conversaciones realistas por medio de software, que los asistentes virtuales adopten cualquier voz de preferencia del usuario, bancos de proteínas producidos por IA hasta fármacos diseñados por ella, reconocimiento facial para el control de la seguridad entre otros. Y es que la inteligencia artificial llegó como una tecnología disruptiva que ha marcado una nueva tendencia. La IA funciona por medio de construcción de modelos de lenguajes avanzados de IA cognitiva, agentes inteligentes, que sirven para desempeñar funciones que ayudan a los seres humanos en diversos aspectos cotidianos.

Pero a su vez la IA da paso a una nueva forma de caer en estafas por medio de falsos software como es el caso de ChatGPT (Modelo de Inteligencia Artificial desarrollado de OpenAI), donde ha dado lugar que la App Store y Google Play se llenen de App falsas que piden a los usuarios activar una suscripción o a consumir publicidad antes de poder utilizar la app y esto es debido a que todo usuario quiere probar que hace la IA, a su vez esta misma IA ha creado un gran debate en el sector educación, donde varias instituciones educativas alrededor del mundo han visto en ella una amenaza, ya que aunque la herramienta puede proporcionar respuestas rápidas y sencillas a las preguntas, no fomenta el pensamiento crítico ni la capacidad de resolver problemas en los estudiantes.

Muchas dicotomías como estas se verán venir porque la IA es un arma de doble filo, pero para buscar la manera de regular el accionar de la IA, La Unión Europea está planeando una nueva regulación “Reglamento de la IA” con el fin de frenar los peores daños asociados con la inteligencia artificial.

Una preocupación sobre la IA es que los modelos de la próxima generación de lenguaje heredarán la mayoría de problemas de esta generación, como la incapacidad de distinguir los hechos de la ficción y la tendencia hacia los prejuicios. 

Los reguladores deben lograr un delicado equilibrio entre proteger a los usuarios y no ralentizar la innovación.

Mientras se mantiene la carrera por la regulación, la Inteligencia Artificial continúa sus bondades con el desarrollo de: búsqueda avanzada en la web, traducciones automáticas, Ciberseguridad, optimización de productos y procesos de ventas, gestión documental, robots utilizados en fábricas, compras en línea y publicidad, agricultura inteligente, vehículos autónomos, diagnósticos de enfermedades que afectan el movimiento en tiempo récord, IoT, smart home, smart city, asistentes personales digitales, entre otros.

La Inteligencia Artificial ya no es ciencia ficción son máquinas que aprenden de manera autónoma o semiautónoma a partir de grandes bases de datos (Big Data), identifican patrones y tendencias y formulan predicciones con rapidez y precisión y se ha convertido en parte neurálgica de nuestro día a día.