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Desde este jueves, decenas de buhoneros cercanos a la estación María Montez del Metro de Santo Domingo, en el Km 9, se enfrentan a la demolición de sus locales como parte de la ampliación de la autopista Duarte.
La medida ha generado un fuerte descontento entre los comerciantes, quienes han dedicado años de esfuerzo y recursos a sus negocios en la zona.
Alejandro Méndez, quien ha trabajado en el área por más de 33 años, expresó su frustración ante la oferta de compensación económica, calificándola de insuficiente.
«Eso no da ni para un limpiabotas, porque 200,000 o 150,000 no alcanza. Un local cuesta medio millón de pesos solo en alquiler por un año», afirmó Méndez.
“Estoy preocupado, hasta la cabeza me duele”, añadió.
Bernardina Filpa, otra comerciante con más de tres décadas en la zona, compartió el mismo sentimiento.
«Si ya decidieron desalojarnos, al menos deberían ofrecernos lo que vale nuestra propiedad«, exigió.
«Cuando nos vayamos de aquí, vamos a quedar desempleados. No sabemos dónde encontraremos trabajo. Pagamos renta, tenemos deudas y, con lo que nos ofrecen, no alcanza ni para sobrevivir», añadió.
Destacaron que algunos negocios han invertido sumas significativas, de hasta tres millones de pesos, en mercancías y mejoras, lo que convierte la oferta de compensación en una “burla”.
«Tenemos miedo que nos saquen sin dinero porque eso es un abuso lo que están ofreciendo y ni para comer helado da esa vaina, porque aquí hay inversión hasta de 3 millones de pesos y 2 millones de pesos el menos negocio que tiene 200,000 invertido», expresaron con resignación.
Otros negociantes se quejaron además porque pese a comenzar las demoliciones de los locales, no han recibido nisiquiera una oferta económica.
«Llegaron con su maquinaria y rompieron todo. Tuvimos que recoger nuestra mercancía y salir corriendo para que no se echara a perder», expresaron.
Se recuerda que los trabajos en el Trébol del 9 contempla una labor de desalojo completo de los entornos en donde permanecen buhoneros y una terminal de autobuses interurbanos, para dar paso a áreas de recreación, paisajismo y que sirva como pulmón verde para esta parte de la ciudad, pensadas como exhibidores de la plástica dominicana, con artistas que desde ya trabajan en obras de arte, además de un peatonal libre de alrededor de 75 metros de longitud.
