Debido a que el cáncer cada día va ganando más terreno, la ciencia no se queda tranquila. Los científicos persisten en la búsqueda de tratamientos, cada vez más eficaces o menos invasivos para combatirlo.
Y aunque antes la palabra cáncer era asociada con muerte, hoy día, cuando se detecta a tiempo, y gracias a los tratamientos que ya existen, la probabilidad de supervivencia aumenta.
Tanto el tratamiento como el diagnóstico son claves para que el cáncer no avance o sea catastrófico.
En el diagnóstico se ha avanzado mucho. Ya hay pruebas que pueden detectar pequeñas, y casi imperceptibles, tumoraciones. También se adelantan al tiempo y muestran cuando una persona tiene posibilidades de padecerlo.
En cuanto a tratamientos, los principales citados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el tratamiento o cura del cáncer son la cirugía, la quimioterapia y la radiación.
Cirugía oncológica. Es considerada como el tratamiento más antiguo contra el cáncer. Se refiere a la extirpación del tumor mediante una operación. Esta se es realizada por un cirujano oncólogo.
Se puede recurrir a esta para extirpar todo el tejido canceroso o parte de este.
Cirugía robótica o robotizada. Es un técnica quirúrgica realizado por un robots.
Entre las ventajas de este tipo de cirugía se encuentran su precisión, su miniaturización, incisiones menores, pérdidas sanguíneas reducidas, reducción del dolor y del tiempo de recuperación. Otras ventajas son la articulación por encima de la manipulación normal e incremento ergonómico.
Además, este tipo de procedimiento permite tener contacto con lugares o puntos de difícil acceso.
Quimioterapia. Para realizar este procedimiento se utilizan medicamentos específicos, con el objetivo de que hagan desaparecer las células cancerosas del cuerpo. Se define como un tratamiento farmacológico contra el cáncer.
Radioterapia. Es el tratamiento oncológico basado en la aplicación de radiaciones, con el objetivo de eliminar las células cancerosas.
Este procedimiento tiene la ventaja de que se puede llevar a cabo sin tocar los órganos sanos.
La prevención. Otro avance, aunque no es científico, es que las personas cada día crean conciencia y se han dado cuenta de que, a pesar de que no siempre se puede evitar, existen algunos factores que pudieran ayudar a la prevención del cáncer.
Según datos de la OMS, el 34 % de los casos de cáncer tiene origen en malos hábitos, el 10 % del cáncer mamario se asocia con sedentarismo, el 5 % de los cánceres de seno es hereditario y 21 % de los casos de cáncer de mama se atribuye al consumo de alcohol, el sobrepeso y la falta de actividad física.