Singapur incautó en la última semana 28 toneladas de escamas de pangolín, que pertenecían a alrededor de 38.000 ejemplares del amenazado mamífero, un récord global que ha avivado las peticiones de que se proteja más a los pangolines.
Las escamas, encontradas en contenedores de mercancías, han sido relacionadas con cuatro especies de pangolines nativas de África.
El miércoles se encontraron 14,2 toneladas de escamas, una cifra récord, escondidas entre paquetes de ternera congelada. Cinco días más tarde se localizaron 14 toneladas más en 474 bolsas en otro contenedor. La carga estaba declarada como semillas de canela de la China, dijeron los departamentos de Parques Nacionales, Aduanas e Inmigración de Singapur. Los dos envíos estaban camino de Vietnam desde Nigeria.
“El mero volumen de estas dos últimas incautaciones no tiene precedentes y sin duda será un revés importante para los traficantes afectados”, dijo Richard Thomas, de la red de monitoreo Traffic. Sin embargo, advirtió que confiscar los cargamentos no saca a los traficantes del negocio. “La cantidad de pangolines afectados apunta a la búsqueda, procesamiento y distribución a una escala industrial”, añadió.
Se dice que el pangolín es el mamífero con el que más se trafica en el mundo, y sus escamas son muy demandadas en Asia para su uso en la medicina tradicional china. Además su carne se considera un manjar en China y otros países asiáticos.
Grupos ambientalistas expresaron su temor a que el tamaño de los cargamentos apunte a un aumento en la caza furtiva de esta especie.
“La Organización Mundial de la Salud respaldó hace poco la medicina tradicional, y el sector parece deseoso de ampliar su mercado, más allá de China, Vietnam y demás”, dijoo Neil D’Cruze, asesor global de fauna salvaje en World Animal Protection. “Este es un cambio alarmante para algunas especies salvajes como los pangolines, ya que plantea una amenaza real de conservación y bienestar animal”.