Con la puesta en libertad esta tarde de Yadher Rafael Jáquez Araujo (Jake Mate), vinculado por el Ministerio Pública a la «poderosa» red de lavado de activos provenientes de las actividades del presunto narco César Emilio Peralta (César el Abusador), suman cuatro los que gozan de esta prerrogativa, aunque algunos de manera condicional.
Se trata de Octavio Dotel, ex pelotero de Grandes Ligas, a quien el juez de Atención Permanente del Distrito Nacional, José Alejandro Vargas, le colocó un millón de pesos como garantía económica, presentación periódica e impedimento de salida del país, pero por violar la Ley de Armas y no por el caso anteriormente citado.
En la misma audiencia, también se le impuso la misma medida a Obispo Féliz Lorenzo y a Roberto José Cáceres, con la diferencia de que deberán pagar, en el caso del primero, RD$1 millón, y RD$500 en el caso del segundo, por el caso «César el Abusador».
Sin embargo, un imputado que no corrió con la misma suerte fue José Bernabé Quiterio, a quien el juez lo envió por tres meses a la cárcel de La Victoria.
Pero el caso más notable de todos los vinculados es el del también ex pelotero de Grandes Ligas Luis Castillo, el cual fue señalado por el propio Procurador General de la República en el discurso en una intervención pública en la que también ofrecía amplios detalles de las andanzas de «César el Abusador».
Castillo, quien siempre se mostró dispuesto a acudir antes las autoridades para demostrar que no tienen ningún vínculo con el presunto narco, fue desvinculado completamente del caso tan pronto fue interrogado en la Procuraduría. Todo esto, sin mayores cuestionamientos ni una escusa del órgano acusador.
«Eso lo que quiere decir es que antes de acusar a una persona, antes de dañar la reputación de una persona, el Ministerio Público debe hacer una investigación seria, objetiva… para que no ocurra lo que pasó con este caso (el de Jake Mate), y no ocurra lo que pasó en el caso de Luis Castillo», expresó el abogado Félix Portes al ser preguntado sobre la decisión del tribunal.