Las gencias de viajes, fabricantes de componentes y aseguradoras y los talleres de automóviles estarán entre las industrias que más serán afectadas por los cambios tecnológicos en marcha.
TUI es el mayor turoperador del mundo y gestiona las agencias de viajes Thomson y First Choice. Pero Fritz Joussen, su consejero delegado, asegura que el objetivo es convertirse en un tipo de negocio distinto, menos dependiente de la venta de paquetes vacacionales y más centrado en la compra y gestión de hoteles y cruceros.
«Actualmente, entre el 30% y el 35% de nuestros beneficios proceden de los hoteles y los cruceros», explica para un trabajo publicado por el diario Financial Times. «En tres años, diría que la cifra superará el 50%. No cabe duda de que estamos transformando la compañía».
Los cambios en TUI son un reflejo de la transformación de la industria. Las agencias de viajes tradicionales acumulan varios años de declive, ya que los clientes prefieren reservar sus viajes a través de páginas online como Expedia.
Según la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos, el número de agencias de viajes en el país cayó de 132.000 en 1990 a 74.000 en 2014. Este organismo prevé que el número se reduzca otro 12% para el año 2024.
En cuanto a los fabricantes de componentes, se espera que que la explosión de las impresoras 3D revolucione las cadenas de suministro, permitiendo a las compañías imprimir gran parte de lo que necesiten en lugar de encargarlo, a menudo, al extranjero.
Bosch Rex- roth, la división de transmisión y control del grupo privado de electrónica alemán, prevé que en un plazo de cinco a diez años, hasta el 40% de las herramientas industriales que utiliza podrían imprimirse en lugar de comprarse. «En el caso de las piezas para coches más antiguos, los prototipos de nuevos productos y otros pequeños lotes industriales, la impresión en 3D supondrá una gran diferencia», asegura Stefan Hoevel, gestor del proceso industrial de Bosch Rexroth.
Con relación a las aseguradoras de coches, la amenaza proviene de esta nueva tecnología, con la que se espera que haya coches en las carreteras y menos accidentes.
El descenso de los coches y de los accidentes implicaría una menor demanda de seguros. En las economías maduras, el tamaño del mercado podría reducirse más de un 80% en 2040. En segundo lugar, los seguros los comprarán compañías como los fabricantes de coches, no los consumidores.
“Y, a medida que los fabricantes de coches y las empresas de tecnología mejoren el proceso de recopilación y uso de datos, pueden estar en mejor situación para vender seguros que la propia industria aseguradora”, explica la publicación de Financial Times.
Los talleres de automóviles también están amenazados.