En ocasión de conmemorarse el pasado 12 de julio el centenario de la desocupación del territorio dominicano por tropas estadounidenses (1916-1924), en artículos recientes hemos referido que su presencia militar durante las discusiones del proyecto de anexión de nuestro país a los Estados Unidos (1868-1871), puede considerarse su primera intervención en la República Dominicana.
Se informa de la comisión del Senado estadounidense que nos visitó, por sugerencia del presidente Ulises Grant, para investigar sobre la viabilidad de llevar a cabo ese proyecto de anexión. El 17 de enero (1871) la comisión salía de Nueva York rumbo a la República Dominicana. Viajó en el barco «Tennessee», acompañada de numerosos científicos, como el famoso botánico Carlos Wright, el zoólogo y paleontólogo H. A. Ward, el naturalista Dr. W. Newcomb, así como geólogos, mineralogistas, químicos, botánicos que eran auxiliados por el profesor William M. Gabb, que para entonces realizaba en el país importantes estudios geológicos.
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Además, tomaban parte de la expedición unos diez periodistas, entre ellos Charles C. Fulton, director del Baltimore American, representante de las principales publicaciones de los Estados Unidos, y el pintor y dibujante J. E. Taylor. La comisión, sus agregados y miembros de la prensa sumaban 32; los oficiales y la tripulación de la fragata eran 496, en total 528. El capitán William G. Temple era el comandante del crucero. El 27 de enero llegaban a Samaná; a la capital arribaron el día 30.
La comisión debía obtener en el país informaciones sobre la población, su número de habitantes y condición física; métodos y recursos de vida; religión; cultura; la propiedad rural; grado a que llegaba el deseo de anexión a una potencia extranjera ante el supuesto temor de una nueva dominación haitiana.
En sus investigaciones los comisionados recorrieron parte del país y, tal como se esperaba, trabajaron de común acuerdo con el gobierno de Buenaventura Báez. En relación a la oposición, sólo se limitaron a tener en Puerto Príncipe, el 9 de marzo, una entrevista con dos delegados del general José María Cabral: el general Wenceslao Álvarez y Juan Francisco Travieso. No aceptaron la invitación de Cabral para visitar las regiones sublevadas: se lo prohibían órdenes recibidas desde Washington. Si se celebraba la reunión, los comisionados habrían reconocido como beligerantes a los patriotas.
Razón tenía Joseph W. Fabens cuando el 31 de diciembre (1870) escribía a Manuel M. Gautier, en estos términos: «Ud. sin duda comprenderá que con la resolución del Senado la anexión queda aún en cuestión de tiempo, pero debiendo ser nombrada la comisión por el Presidente, ella será compuesta de amigos, pero el retardo es de sentirse, mas sin embargo, si el pueblo dominicano permanece leal a sus más caros intereses, creemos que todo será definitivamente concluido el 4 de marzo próximo».
Los trabajos de la comisión duraron mes y medio. Wade y Howe salían del país el 28 de febrero, en el «Tennessee», y White hizo lo propio el 5 de marzo, en el «Nantasket». La prisa con que realizaron una labor tan delicada y llamada a ser enjuiciada demuestra la poca seriedad de la comisión. Eran amigos del Presidente, comunicó Fabens a Gautier. El Informe tenía que ser, por fuerza, favorable a la anexión, y antes de que éste fuera entregado al Senado por el propio Grant, los comisionados se habían convertido en socios de los negociantes de la anexión: Fabens y William Cazneau.
La presencia de la comisión en República Dominicana contribuyó a incentivar la lucha antianexionista.