Compartir una actividad que fomente la adquisición de hábitos saludables como los cuidados bucodentales, y acudir juntos a las visitas y revisiones dentales, beneficia al niño y a sus relaciones familiares(foto BluaU-Sanitas)
Salud. Revisiones odontológicas periódicas
Efectuar los cuidados bucodentales en familia, tanto los tratamientos o revisiones periódicas como las rutinas diarias de higiene, ayuda a reforzar vínculos
Conseguir la armonía, la salud y el bienestar de la familia y ofrecer a los hijos las máximas posibilidades de que se desarrollen como personas, se integren en la sociedad y sean felices, sin que ningún hermano “se quede tras otro”, son objetivos compartidos por la mayoría de los padres.
El terreno para que estas aspiraciones florezcan puede sembrarse con grandes iniciativas como proporcionarles a los pequeños y jóvenes seguridad económica, un entorno seguro y las mejores opciones educativas, pero también puede abonarse compartiendo pequeñas acciones y hábitos positivos en el ámbito de la salud.
“Por ejemplo, cuidar la boca y la dentadura en familia puede ser una excelente manera de reforzar los vínculos entre sus integrantes”, según Diana Camín, psicóloga de BluaU, un servicio digital de cuidado de la salud de la aseguradora médica Sanitas (www.sanitas.es).
“Cuando en una familia hay más de dos hijos se suele decir que el del medio es el “hijo olvidado”, el que no llama la atención porque, ni es el mayor y, por tanto, pionero, ni el pequeño y necesitado de más cuidados”, señala.
“Según varios estudios, el orden de nacimiento puede influir en algunos rasgos de personalidad de cada individuo. Así, el denominado “hermano sándwich”, suele ser más independiente y menos apegado a la familia”, explica Camín.
Para evitar la sensación de desapego del hermano mediano, Camín recomienda a los padres que mantengan un trato igual para todos los hijos, sobre todo en edades tempranas, reconociéndoles los méritos y evitando las comparaciones, puesto que pueden acrecentar ese sentimiento de alejamiento.
Asimismo les aconseja potenciar las actividades en familia, “para que todos los hermanos perciban que forman parte del grupo y que su participación es igual de importante que la del resto”, así como dedicar a cada hijo de forma individual parte de su tiempo, “para que cada hijo note que se le presta atención”.
“Estos planes en familia no tienen que estar vinculados solamente a los momentos de ocio, sino que pueden incluir otras actividades como el reparto de las tareas domésticas o hacer deporte”, apunta.
Reforzar los vínculos entre hermanos
“Compartir una actividad que fomente la adquisición de hábitos saludables como los cuidados bucodentales, y acudir juntos a las visitas y revisiones dentales, beneficia al niño y a sus relaciones familiares. Es una oportunidad para estrechar los lazos afectivos entre hermanos y de los hijos con los padres”, explica Camín.
En ese contexto “lavarse los dientes puede pasar de ser una actividad rutinaria a convertirse un momento único en familia.