Washington. Legisladores demócratas de Estados Unidos se rebelaron hoy ante la dura propuesta migratoria que el presidente Donald Trump envió el domingo al Congreso y en la que condiciona una solución para los “soñadores” con la construcción del muro con México.
La propuesta ha generado un gran malestar entre los demócratas y algunos hoy amenazaron con boicotear cualquier propuesta legislativa de Trump si sigue adelante con su plan migratorio.
En una conferencia telefónica con la prensa, la presidenta del Caucus Hispano, la demócrata Michelle Luján Grisham, avisó de que “definitivamente está sobre la mesa” bloquear algunas de las propuestas que el Congreso de EE.UU. necesita aprobar en los próximos meses para que el Gobierno siga funcionado.
Trump, por ejemplo, necesita el apoyo de los demócratas para aprobar en diciembre un nuevo presupuesto y evitar un fatídico cierre de Gobierno como el de 2013, que llevaría a la pérdida de millones de dólares, así como a un posible deterioro de la calificación crediticia de Estados Unidos.
“Esto es algo que definitivamente está sobre la mesa y estamos trabajando para que no sea solo un asunto del Caucus Hispano, sino de todos los demócratas”, dijo Luján Grisham, quien aseguró que los legisladores “están listos” para usar todo su poder y frenar la propuesta migratoria de Trump.
Los líderes del Partido Demócrata en el Congreso aún no han ido tan lejos, aunque el domingo en un comunicado rechazaron la lista de principios de Trump para una futura reforma migratoria al considerar que “va mucho más allá de lo que es razonable” y “no representa ningún intento de compromiso».
Lo cierto es que la nueva propuesta de Trump pone en peligro el acuerdo que el propio mandatario había alcanzado a mediados de septiembre durante una sonada cena en la Casa Blanca con los líderes demócratas en el Senado, Chuck Schumer, y en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.
En ese momento, las dos partes acordaron trabajar para aprobar antes del 5 de marzo de 2018 una ley que permita regularizar la situación de los 800.000 jóvenes indocumentados, conocidos como “dreamers” y que habían podido frenar su deportación gracias al plan DACA, derogado por Trump el 5 de septiembre.
Durante el último mes, el mandatario aseguró en repetidas ocasiones que no esperaba que una ley para DACA incluyera fondos para su muro fronterizo con México.
Sin embargo, en el plan de principios que la Casa Blanca envió al Congreso, uno de los puntos más importantes es la “financiación y construcción completa del muro en la frontera sur».
La idea de la construcción del muro ha sido rechazada frontalmente por la oposición demócrata, que ha amenazado en anteriores ocasiones con cerrar el Gobierno si se incluye en cualquier ley de gasto partidas para financiar el muro, cuyo coste está estimado en 25.000 millones de dólares.
En el plan de Trump, también figuran propuestas para agilizar la expulsión de menores centroamericanos, contratar a más agentes y limitar la concesión de visas mediante un sistema de méritos.