La sagrada escritura (la biblia) está plagada de mensajes que resultan oportunos y de beneficio, hasta para el más grande agnóstico y escéptico sobre la existencia de Dios. La biblia sirve, incluso para recibir un consejo escrito y es una guía para llevar una vida de una manera correcta. No en vano es el libro más leído de toda la historia de la humanidad. Por ejemplo, en el evangelio de Mateo , el primer libro del nuevo testamento ; en su capítulo 7 , versículo del 13 al 14 (Mateo 7 : 13-14) dice : “ Entrad por la puerta estrecha ; porque ancha es la puerta , y espacioso el camino que lleva a la perdición , y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta , y angosto el camino que lleva a la vida , y pocos son los que la hallan” . Por lo que, la frase: “El camino al infierno está empedrado con buenas intenciones”, pudiera ser una interpretación bastante ajustada al pasaje bíblico antes mencionado. Con esta frase, muchas veces queremos decir que alguien puede tener buenas intenciones, pero el resultado final de sus acciones pudiera ser desastroso. Las buenas intenciones para nada son sinónimo de buenos resultados. Los buenos resultados se obtienen trazándose metas y objetivos reales (no sueños) en base a una planificación previa.
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En tal sentido, en mi caso particular he escuchado hasta la saciedad, decir a todo el que votó por Luis Abinader: “El Presidente es bueno, tiene buenas intenciones; los malos son los funcionarios de su gobierno”. Eso es como si en una empresa, ocurre una secuencia de hechos que van en detrimento de la empresa en cuestión. Entonces el responsable de todos los problemas es el encargado de seguridad, o la secretaria, o la encargada de cuentas por cobrar, y no el gerente de la empresa. Y yo me pregunto, ¿si alguien se ha mostrado incompetente o incapaz en sus funciones, no se supone que su supervisor inmediato debe buscarle una solución?
El caso es tan peculiar que los dominicanos pagan los combustibles carísimos y la gente mira hacia donde Ito Bisonó, pero el presidente es bueno. La energía eléctrica está por las nubes y volvieron los apagones, pero los culpables son Morrison y Cueto, pero el presidente es bueno. La educación es un desastre, pero el culpable es Furcal y el presidente es bueno. La inseguridad en la calles está como nunca antes, pero el presidente decía en campaña que tenía un plan para resolver eso. Entonces los culpables son el director de la policía y Chu Vásquez, pero el presidente es bueno. Los alimentos no pueden estar más caros, pero el presidente tiene buenas intenciones. Los dominicanos están pasando el Niágara en bicicleta, pero el presidente es bueno y tiene buenas intenciones.
El país está sumido en un caos y un desorden generalizado que impacta de manera negativa la vida de los dominicanos; todo está manga por hombro, el país luce sin una cabeza que organice esto, pero el presidente es bueno y tiene buenas intenciones.
Seguimos en el infierno con las buenas intenciones, esperando las buenas obras que nos lleven al cielo.