Los hombres de la sombra del régimen de Trujillo

Los hombres de la sombra del régimen de Trujillo

A partir de 1957 Johnny Abbes fue el hombre preponderante del régimen

El dictador Rafael Leónidas Trujillo siempre tuvo a su lado hombres partidarios de la acción violenta y sin escrúpulos dispuestos a ejecutar su voluntad sin discusión alguna, incluido el asesinato puro y simple. Miguel Paulino, del famoso grupo “La 42”, una banda de pistoleros de los comienzos de la era. Los generales José Estrella y Federico Fiallo; Félix W.

Bernardino, Candito Torres y muchos otros, todos hombres que sirvieron en los días de prosperidad del régimen. Ya en decadencia la gestión, década de los 50, aparece el notorio Johnny Abbes García, otro asesino de acción violenta, mucho peor que todos los otros, un hombre singularmente apropiado para encabezar el colapso de la Era de Trujillo.

En el año 1957, Johnny vino a ser, durante todo el resto del tiempo que vivió Trujillo, el hombre preponderante del régimen, el más cercano de sus consejeros, el promotor y ejecutor de una serie de planes perversos y macabros en un doble papel de eminencia gris y de pistolero sin principios. Hijo de padre norteamericano de ascendencia alemana y de madre dominicana, nació en Santo Domingo en 1924.

Su padre fue un honesto contable de medios más bien exiguos. Ni su carácter ni el de la madre sugerían en lo mas mínimo las perversas tendencias del hijo, que se vislumbraron por primera vez cuando, siendo niño, lo encontraban entreteniéndose en arrancarle los ojos a los pollos vivos.

Aunque de cuerpo fornido, era bajito de tamaño, mediocre y se dedicó en la juventud a escribir crónicas deportivas de béisbol o hipismo que le publicaban de pena en los diarios capitaleños y en las radioemisoras de entonces, según Lipe Collado en su libro Anécdotas y crueldades de Trujillo.

A mediados de la década de 1950 Johnny visita Centroamérica y México, donde ingresa a trabajar en la embajada dominicana, para vigilar a los exiliados nativos en ese país. Allí acabó de perfeccionarse como el tremendo espía, matarife y torturador que después fue. Más adelante fue jefe del Servicio de Inteligencia Militar (SIM), en sustitución del general Arturo Espaillat (La Gilette), un organismo creado para sofisticar la tortura y el asesinato en masa que se perpetró contra los participantes en la invasión de Constanza, Maimón y Estero Hondo.

Es un secreto a voces que los invasores se rindieron por hambre y que al pisar la tierra que los vio nacer, nadie los estaba esperando, por lo menos el día 14, ya que el 20, los servicios de inteligencia de Trujillo estaban sobre aviso de lo que venía en camino.

Se dieron casos como el del piloto Juan de Dios Ventura Simó, cuya muerte se produjo como consecuencia de las torturas recibidas y no en ningún accidente como se informó en las esferas nacionales e internacionales.

De igual manera, el caso del doctor Octavio Mejía Ricart, hermano del profesor Tirso Mejía, recién fallecido, que curó al entonces mayor del Ejército Anselmo Pilarte, herido en combate, durante los comienzos de las acciones de Maimón. Luego, al ser capturado, fue sometido a bárbaras torturas y fusilado en uno de los tantos grupos acribillados en el Centro de Enseñanza de las Fuerzas Armadas, en San Isidro.

Al doctor Miguel Alvarez, uno de los primeros expedicionarios capturados, como prisionero de guerra, se le mantuvo vivo mientras pudo ser utilizado para identificar los cadáveres de algunos de sus compañeros que él conocía, mientras que al economista Pilón Cordero Michel, hermano del historiador Emilio Cordero Michel, capturado prisionero al igual que casi todos sus compañeros, fue amarrado de pies a cabeza y dejado caer desde la parte más elevada de un avión al pavimento de la pista de aterrizaje, como si hubiese sido un saco de abono.

La invasión del 14 y 19 de junio fue una especie de chispa que determinó la formación del Movimiento Revolucionario 14 de Junio, presidido por el Dr. Manuel Tavárez Justo, esposo de la también abogada Minerva Mirabal, e hijo de Manuel Tavárez, quien, previamente, había sido el primer esposo de Isabel Mayer, la más significativa representativa de Trujillo en la Línea Noroeste, y que en reconocimiento a su “sincera lealtad”, el tirano permitió que el pueblo de Villa Vásquez, en honor al ex presidente Horacio Vásquez, fuese bautizado oficialmente con el nombre de Villa Isabel.

La agrupación 1J4 fue una maquinaria que surgió con visos de ser la principal fuerza política del país, por estar integrada por gente en su mayoría profesionales liberales, estudiantes, trabajadores y sectores dedicados a diferentes actividades productivas.

Pero la euforia que despertó la organización duró poco, porque los planes fueron descubiertos por el SIM, en cuyas salas de tortura dejaron la vida numerosos dominicanos, como el cardiólogo Manuel Tejada Florentino, por cuya integridad prestantes ciudadanos mocanos intercedieron ante el dictador, quien reclamó al jefe del SIM la presencia del médico, que horas antes había sido vilmente asesinado en la cárcel de La 40. “Jefe, el preso Florentino está entre el grupo que acabamos de fusilar”, respondió textualmente el coronel Johnny Abbes García.

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