Los insultos a una diputada encienden el debate sobre el machismo en Japón

Los insultos a una diputada encienden el debate sobre el machismo en Japón

 Tokio.  Un diputado local que se burló durante un pleno de una compañera por ser soltera y no tener hijos ha desatado un fuerte debate sobre el machismo en Japón y ha vuelto a poner de manifiesto la ínfima y difícil participación de la mujer en política.

El incidente tuvo lugar el pasado miércoles, cuando la diputada Ayaka Shiomura hizo una pregunta sobre medidas de apoyo a las madres trabajadoras, y en especial para mujeres solteras y que dan a luz a una edad avanzada, durante una asamblea del Gobierno metropolitano de la capital nipona.

El diputado del gobernante Partido Liberal Demócrata (PLD) Akihiro Suzuki respondió a su intervención gritando “Date prisa y cásate”, y fue seguido de comentarios en el mismo tono como “Antes deberías tener un hijo tú misma” y «¿No puedes tener hijos?”, según relataron otros asistentes a la asamblea.   Suzuki negó en un principio haber hecho estos comentarios, pero después de que los medios y las redes sociales se hicieran eco de sus palabras y se intensificaran las críticas contra él, convocó una rueda de prensa este lunes en la que pidió disculpas de forma pública a Shiomura.

El incidente ha sido condenado por responsables de su mismo partido y de otras fuerzas políticas, y ha puesto los focos sobre el papel de la mujer en la sociedad japonesa.   “Nos preguntamos cómo sientan estos comentarios a las mujeres que querrían tener un hijo pero no pueden”, señala un editorial publicado hoy el diario “Yomuiri”, el de mayor tirada de todo el mundo.

El periódico se muestra “sorprendido por la vergonzosa conducta» de los diputados que increparon a Shiomura “y de sus seguidores”, y confía en que el incidente sirva para generar “discusiones productivas” sobre la situación de la mujer en Japón.   El periódico “Asahi” va más allá y afirma que en Japón “todavía no está bien entendida la esencia del problema”, y se pregunta “qué ha cambiado después de un cuarto de siglo”, desde que comenzó a hablarse de acoso sexual en Japón.

“La sociedad japonesa es ignorante y poco severa ante el acoso sexual, y al mismo tiempo las mujeres lo consideran algo a lo que están ya bien acostumbradas”, señala hoy el diario en un artículo de opinión.   En la misma línea, el “Japan Times” destaca que se trata de “un problema que viene desde hace tiempo” y cuyas víctimas “tienden a aceptar y a sufrir en silencio».   En el ámbito de la política, las burlas, descalificaciones o hasta el acoso sexual “son habituales y en la mayor parte de los casos no se denuncian”, señaló la secretaria general del partido Tokyo Seikatsusha, Mitsuko Nishizaki, en declaraciones a este diario.   El incidente también ha provocado una oleada de protestas ciudadanas dirigidas al Gobierno local, en forma de cartas enviadas a su sede y de una petición en línea firmada por casi 80.000 internautas, en la que se reclama la identificación y el castigo de todos los que hicieron comentaros despectivos contra Shiomura.   La discriminación contra las mujeres es uno de los obstáculos para su incorporación al mercado laboral en Japón, donde la tasa de empleo femenino fue del 62,5 % en 2013, mientras que la masculina ascendió al 80,6 %.

La desigualdad es mucho mayor en los puestos de responsabilidad tanto en la empresa privada como en la administración pública, donde las mujeres no llegan al 12 %, mientras que otros países occidentales rondan el 30 % o el 40 %.   Asimismo, las mujeres ocupan sólo un 8,1 % de los escaños en la cámara baja del Parlamento nipón y un 18,6 % en la cámara alta, lo que sitúa a Japón en el puesto 123 de los 189 países analizados en un estudio de la Unión Interparlamentaria internacional.

El Gobierno nipón ya ha reconocido la necesidad de una mayor participación laboral de las mujeres, ya que el país cuenta con una de las fuerzas laborales más envejecidas del mundo y se calcula que el número de trabajadores caerá en 2027 hasta los 70 millones desde los actuales 79,19 millones.   El primer ministro nipón, Shinzo Abe, marcó el objetivo de que el número de mujeres en cargos de responsabilidad llegue al 30 % en 2020, entre otras medidas sobre igualdad dentro de su plan de crecimiento económico.

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