FILE - In this Dec. 1, 2020, file photo, the Olympic Symbol is transported on a barge in the Odaiba section, in Tokyo. The year of the Tokyo 2020 Olympics has arrived. That would be 2021. Ever since the Olympics were postponed nine months ago, local organizers and the IOC have been biding their time. They’ve said we’ll have to wait until early in 2021 for details about how the Olympics can open on July 23 in the middle of a pandemic. (AP Photo/Eugene Hoshiko, File)
El año 2021, que debía abrir la XXXIII Olimpiada, será en cambio la prórroga del anterior ciclo deportivo, que culminará en julio con la disputa en Tokio de unos Juegos aproximadamente Olímpicos en circunstancias aún sin concretar.
El retraso un año de los Juegos con la intención de esquivar el zarpazo de la covid-19 puso patas arriba el calendario internacional de 2021, que también acogerá con doce meses de demora la Eurocopa y la Copa América de fútbol y que se sostiene prendido con alfileres, con continuos cambios de fecha.
Si bien el comienzo de las campañas de vacunación contra el coronavirus supone un motivo de esperanza para los organizadores de los Juegos y para las 33 federaciones internacionales que aún deben completar sus torneos de clasificación, lo cierto es que Tokio termina el año con cifra récord de contagios y que Japón ha vuelto a cerrar sus fronteras a la entrada de los extranjeros no residentes en el país.
Pensar en unos Juegos a partir del 23 de julio con público internacional en las gradas suena a quimera. Hasta el momento, ya se sabe que los deportistas tendrán que someterse a pruebas cada cuatro o cinco días, limitar su periodo de estancia en la Villa Olímpica y abstenerse de salir por la ciudad si no es para entrenar o competir.
Nada de fiestas, cenas, paseos. Solo por esto, el brillo olímpico que se extenderá sobre la ciudad de Tokio quedará inevitablemente matizado. Como ejemplo de lo que será el evento.