Para la inmensa mayoría de las personas, en su particular sentido común de razonar, los cambios de alguna manera están íntimamente relacionados con sus condiciones de vida. Con su situación. Para muchos, sus aspiraciones se sintetizan en la obtención de un mejor ingreso con el cual puedan atender de forma más amplia sus necesidades personales y familiares. Con estabilidad y paz social. Todas con un gran valor para cada una de las personas que componen un conglomerado.
Muchos incluso habiendo alcanzado ciertas mejorías, mantienen aspiraciones naturales y humanas de mejorar las viviendas, salud, seguridad, luz. O simplemente las necesidades sentidas por la comunidad donde viven, respecto a cosas para muchos, pequeñas, pero para ellos esenciales y fundamentales para una vida mejor.
Esos deseos constantes de mejoría se convierten, aunque no se adviertan, en uno de los principales motores que alientan la dinámica social de los pueblos. Ya sea entre los que tienen grandes limitaciones o angustiosas necesidades, como en aquellos que han logrado superar sus niveles anteriores. Eso, aunque algunos no quieran entender, es un fenómeno a estudiar, cuidar y atender.
Le invitamos a leer: Gobierno dice relanzará sector acuícola; invertirá $250 MM
Se podría afirmar que para una parte importante de la población el contenido de lo que se entiende como cambio social no va más allá de lo que realmente expresa y que se conjuga en su necesidad de vivir decentemente.
De darle valor humano a su existencia. A su derecho a entender que le corresponde una parte de lo que a otros les sobra.
Incluso algunos generalizan que en las sociedades, toda idea de cambio social tenga que ver necesariamente con cambios políticos. Entendiéndolo de forma equivocada, al extremo de que los lleva a confundir las exigencias naturales, con necesidades o simpatías políticas.
Es por eso que, sobre todo en los períodos preelectorales y en medio de las campañas, se producen o provocan con más fervor algunas formas de protestas y movilizaciones populares, que no necesariamente están vinculadas con movimientos políticos, pues solo representan otra forma de expresar inquietudes y esperanzas. Pero se aprovechan.
Es la razón por la que no dejo de señalar que hay que diferenciar entre lo que son manifestaciones naturales de quienes quieren mejorar y utilizan métodos para llamar la atención y ser tomados en cuenta, incluso del mismo partido de Gobierno, con protestas provocadas con fines específicos, no necesariamente para lograr mejoría.
Le recomendamos leer: Fuerza del Pueblo asegura Luis Abinader no ha cumplido con sus promesas en sector salud
El país ha tenido indudables avances en muchas áreas. Pero hay que lograr que las grandes masas sientan los efectos de esos avances. Que los asimilen como suyos. Por eso hay que profundizar para que se motiven a colaborar decididamente con esos objetivos.
Pues si bien hay un concepto generalizado en los pueblos sobre sus necesidades, y hay partidos políticos de Gobierno y de oposición con diferentes maneras de pensar sobre la forma de obtenerlos, todos los ciudadanos, gobiernistas o de oposición, quisieran, y en esto están de acuerdo, que su situación mejore cada día, no importa quién lo realice.
Los pueblos en ocasiones se manifiestan, pero no pierden las esperanzas en que los que gobiernan pudieran darles nuevos horizontes. Porque en realidad lo que quieren es mejorar. Así de sencillo.