Los restos mortales de Alan García, expresidente de Perú (1985-1990 y 2006-2011) que se suicidó el miércoles de un disparo en la cabeza, serán cremados y sepultados este viernes en un cementerio privado a las afueras de Lima, informaron fuentes del Partido Aprista Peruano (PAP).
García será trasladado al Camposanto Mapfre de Huachipa desde la Casa del Pueblo del PAP, la sede central de la agrupación política que tenía a García como su principal líder, donde es velado desde la noche del miércoles por familiares, allegados, simpatizantes y políticos.
Según informó el dirigente del PAP Omar Quesada, para este sepelio, que a pedido de la familia no contará con ceremonias de Estado ni con presencia de funcionarios del Gobierno, sí contará con la presencia de militantes del partido procedentes de todo el Perú.
Desde que anoche se trasladaran los restos de García a la sede del partido, han sido cientos las personas que han pasado por allí para rendirle un último homenaje al dirigente, quien se disparó en la sien cuando un fiscal se presentó en su casa con una orden de detención preliminar, a raíz de las investigaciones en su contra por presunto lavado de dinero y tráfico de influencias por el caso Odebrecht.
Tanto el miércoles como en la mañana de este jueves ha destacado la presencia en el velorio de la numerosa familia de García, incluida su exmujer Pilar Nores y varios de sus hijos.
Pese a que el gobierno de Perú presidido por Martín Vizcarra decretó tres días de luto oficial y ofreció rendirle honores como exjefe de Estado, la familia rechazó esa opción y prefirió optar por un último adiós entre sus familiares y amigos.
De hecho, durante el velorio fueron constantes los gritos de “Vizcarra asesino” proferidos por los militantes apristas, que culpan al presidente de la “persecución” judicial que sufría su líder y lo responsabilizaron de su suicidio.
También se supo que varias coronas de flores enviadas por instituciones públicas y algunos partidos políticos fueron rechazadas por el PAP y que hubo contactos entre funcionarios y el partido para evitar que acudieran al velorio figuras del gobierno.
Solo la vicepresidenta de Perú, Mercedes Aráoz, quien fuera ministra durante el último gobierno de García, se presentó en la Casa del Pueblo.
García era investigado por la Fiscalía para averiguar si había recibido sobornos de Odebrecht, la constructora brasileña que pagó dádivas en una docena de países de Latinoamérica para adjudicarse grandes contratos en obras públicas.
En Perú el caso Odebrecht también tiene imputados a los expresidentes Alejandro Toledo (2001-2006), Ollanta Humala (2011-2016) y Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018), además de la líder opositora Keiko Fujimori por las donaciones irregulares que recibió para sus campañas electorales a la Presidencia de Perú