Usted puede o no ir de acuerdo con los Vinchos, pero si de una cosa estamos seguros, es que esta emblemática familia, cuyo eje central es el llamado «Viejo Zorro» o «Patriarca», el doctor Marino Vinicio Castillo (Vincho), ha sido muy coherente en cuanto a la defensa de nuestra soberanía se refiere.
Desde que tenemos uso de razón, hemos venido escuchando el mismo discurso en defensa de nuestra soberanía. Sin variar en nada, lo que ha convertido esta familia, como una de la más nacionalista de toda República Dominicana.
Tanto Vinicito como Pelegrín Castillo Semán, sobre todo este último, han hecho acopio del ejemplarizador discurso tan necesario en estos momentos que la patria de Juan Pablo Duarte, Mella, Sánchez y Luperón, entre otros grandes patriotas, necesitan.
Cuando en este país nadie hablaba del peligro que encierra el tema haitiano, Vincho, y ahora Pelegrín, han denunciado ante la opinión pública, con datos muy fehacientes que en ocasiones han puesto a pensar a las autoridades de turno, sobre lo que en estos precisos momentos estamos viviendo como nación, sin embargo; en sus respectivos momentos, muchos vieron dicho discurso nacionalista, como xenófobo y anti humano. Hoy el tiempo les da la razón.
Soy de opinión, que el gobierno debe, (olvidándose de las simpatías o las diferencias políticas con los Vinchos, pues no nos estamos refiriendo a otro elemento que no sea el que tiene que ver con su postura frente al tema haitiano) de reconocer su historial nacionalista, y con ello, promover y estimular para que otras familias con influencias en todos los niveles, también tomen de ejemplo la defensa de nuestra soberanía.
Si analizamos bien el panorama a nuestro alrededor, nos daríamos cuenta, que en estos momentos el peligro está más latente que nunca ante ciertas miradas de sectores internacionales, los cuales a costa de lo que sea, nos quieren imponer una carga, que ni por asomo podemos llevar.