Píndaro y Herminio han pasado unos momentos para compartir con sus lectores… Han recorrido parte de las instalaciones del Instituto Politécnico Loyola, en San Cristóbal, edificio diseñado y construido por el Ing. Ángel María Pichardo –Tío Pichi, admirado tío de Herminio… Continúan conversando con un inteligentísimo padre Chepe, el rector… Están extasiados, frente a una cantidad de fogones, pailas para cocinar y una inmensa área para refrigerar alimentos… “¿Y todo este equipo, padre Chepe?” –Cuestiona Píndaro-… “¡Tenemos dos comedores, y uno en construcción… Todos los días ofrecemos comida a 3,500 personas entre estudiantes y profesorado!”- exclama orgulloso-…
Estudiantes que interactúan… Conversan con sus profesores y monitores… En un aula, cuatro de ellos observan unos circuitos eléctricos mientras el profesor los orienta… “¡Herminio –increpa Píndaro-, ni se te ocurra meter mano en esos cables, pues tú eres pendejísimo con la corriente!”… Carcajadas son escuchadas… Un caminito frente a ellos les está reservado para llevarles a un espacio único que acoge un auto utilizado por los estudiantes para sus prácticas… “¡En el 2017 nos fue entregado el primer vehículo eléctrico llegado al país, para que nuestras enseñanzas técnicas se siguiesen perfeccionando”-expresa con enorme satisfacción el padre Chepe-…
Unas voces surcan por el ambiente… Dan un toque celestial a los esfuerzos tecnológicos del instituto… Es la melodía coral de un pasado ensayo en el Auditorio ‘Rafael Amarabis Suero’, nombrado así en honor a un profesor muy respetado de la institución… Un espacio para 350 personas, con butacas color rojo, en combinación con la antigua madera que hoy es testigo de ricas historias educativas… “¡Y eso –agrega Riken- que tenemos otro auditorio para unas 5,000 personas!”…. “Padre Chepe –cuestiona Píndaro- ¿Y, cual es el presupuesto para todo este ‘operativo educativo?”… “Para este año 2018-2019, nuestro presupuesto es de aproximadamente 397.8 millones… Siempre estamos en actitud de ser creativos para hacer más con menos… Nos abrirnos a nuevas oportunidades, en beneficio de nuestros estudiantes y la comunidad”… “¿Y cómo logran ‘esos cuartos’?” –mete la cuchara Herminio-… “Con aportes del Estado Dominicano, empresas y organismos, servicios LOYOLA (autogestión), personas físicas y profesionales y de las familias de nuestros estudiantes que así puedan”-sanciona el Padre Chepe-.
“¿Existe algún mecanismo que permita al Politécnico tener un contacto con el sector privado?” –pregunta con preocupación Píndaro-… “Para ejercer nuestra responsabilidad social contamos con la Dirección de Proyección Institucional, encargada de vincularnos con Instituciones, organismos y empresas para generar proyectos, búsqueda de oportunidades de inyección de capital, donaciones, becas y programas de pasantías e intermediación laboral. En este momento, tenemos una relación con más de 200 empresas… Con otras empresas, lideramos proyectos conjuntos para mejorar la productividad e invención, transformación de la educación técnica en el país e intervención social en la comunidad… En nuestros inicios, superamos los embates de la situación política que vivió el país y que penetró al interior de la Institución… Tres décadas más tarde, los retos fueron más financieros… Esto nos limitó a respuestas como se merecía la sociedad dominicana… En esta última década, los mayores retos que hemos tenido que enfrentar han sido: Creatividad, innovación junto con los recursos humanos y financieros para responder a las nuevas exigencias de la educación técnica del país para acompañar los procesos de desarrollo nacional e internacional”…Nuestro gran reto es formar jóvenes para la ciudadanía responsable, personas conscientes, competentes, creativas, compasivas y comprometidas en transformar esta sociedad para el bien… Con esto enviamos un mensaje a las autoridades, para que sean íntegros, respeten los recursos del estado, se elimine la impunidad y se enfoquen más en servir que en ser servidos… Que piensen en las futuras generaciones al momento de tomar decisiones”.
“¿Y que es para usted la juventud, padre Chepe? –cuestiona Herminio-… “La juventud dominicana posee muchas oportunidades que aprovechar su entorno… Si se orienta al logro de resultados y se disciplina, puede convertir a la nación dominicana en un país envidiable… El futuro de la juventud, va a depender del aprovechamiento que haga hoy de todas estas oportunidades de superación que se están presentando, y de que vea, en medio de los problemas sociales, una oportunidad para aportar soluciones al cambio…¡Eso lo puede lograr si se forma idónea, pertinentemente y con calidad!”.
Mientras se disponen a salir del edificio, llenos de admiración Herminio y Píndaro observan de nuevo el mural que vieron a su entrada en el vestíbulo bajo la cúpula de bienvenida… Una voz resuena en el ambiente: “¡Juntos construyamos el bienestar social que todos queremos… Es fundamental el papel de la educación formal y la formación en el hogar!”… “¡Sabia lección!” –concluye Píndaro-.