Invertir en la educación de las niñas y educarlas sobre el cambio climático han sido los dos principales desafíos con los que la ministra de Medio Ambiente egipcia, Yasmine Fouad, clausuró el día temático de Género de la cumbre climática COP27.
Fouad remarcó la importancia de educar a las niñas no solo para garantizarles este derecho básico al que muchas se ven privadas, sino para formarlas como ciudadanas plenas, alcanzar la igualdad real y “convertirse en las líderes del futuro con participación en todas las esferas de la sociedad».
La ministra egipcia destacó, además, la necesidad de educar a las niñas y adolescentes en cambio climático con el objetivo de prepararlas para los retos que vendrán derivados de ello, pero también para impulsar su incorporación en profesiones y en sectores en los que puedan sumar sus ideas y proyectos de lucha climática.
“Para conseguirlo necesitamos invertir, necesitamos financiación. Sin dinero no hacemos nada”, concluyó Fouad, quien reconoció la urgencia de destinar fondos a esta cuestión que hasta ahora no era uno de los temas prioritarios en la agenda.
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La clausura contó también con la intervención de la presidenta del Consejo Nacional de la Mujer egipcio, Maya Morsy, que llamó a poner en el centro de políticas y programas a niñas y mujeres para “que ocupen el lugar que les corresponde en la sociedad».
Morsy instó a dejar de tratar a niñas y mujeres como víctimas y a darles un papel relevante como participantes de la agenda contra el cambio climático en el ámbito local, nacional, regional e internacional.
“Las mujeres son clave para acelerar la implementación de acciones contra el cambio climático y la degradación que conlleva, por eso deben participar en todos los procesos”, afirmó.
Ambos testimonios coinciden con el de la directora de la Oficina Regional de ONU Mujeres para esta región, Susanne Mikhail, quien en una entrevista con EFE propuso articular leyes igualitarias e inversiones para impulsar la incorporación de la mujer árabe en el mercado laboral.
Para Mikhail, la incorporación de la mujer en el mundo laboral no solo es una cuestión de justicia social e igualdad, sino también de impulso hacia medidas directamente relacionadas con una sociedad más sostenible y comprometida con el medioambiente y la lucha contra el cambio climático.