Luchas y sueños que se ‘siembran’ en los bateyes

Luchas y sueños que se ‘siembran’ en los bateyes

La vida en un batey de la República Dominicana incluye altos niveles de precariedad, inequidad y marginación. Un drama humano multifactorial que pasa de generación en generación.

Y es que en un batey se ponen de manifiesto todas las características de la pobreza: pobreza por falta de dinero. por exclusión, por discriminación cultural y una de las más dolorosas: pobreza por desigualdad de género.

Los y las jóvenes que han nacido en este contexto se enfrentan a una dura realidad que, va desde la indocumentación hasta la falta de acceso a educación y por consiguiente al empleo formal.

Sí, esta realidad ponen en riesgo su desarrollo tanto social como económico. Sin embargo, algunos han decidido ver el vaso medio lleno y, a la par con la lucha por la reivindicación de sus derechos buscan alternativas que les permitan formarse, informarse , ayudar a otros, así como mejorar sus entornos.

Jóvenes como Saturnino Pérez, Ana Beatriz Rosario, Esmeralda Chalas, Zacarias Toussaint, Wilkin Feinor Dejoizil todos se destacan porque dentro de sus comunidades realizan acciones de bien colectivo.

Todos forman parte del movimiento ‘Dominicano por Derecho’ que agrupa organizaciones y personas que luchan por la reivindicación del derecho a la nacionalidad dominicana de personas de ascendencia extranjera afectados por la sentencia 168-13 del Tribunal Constitucional.

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Se trata de líderes y lideresas comunitarios/as que inciden con temas claves como la demanda de mejoras a servicios estudiantiles, prevención de matrimonio infantil y embarazo en adolecentes, emprendimiento y acceso a trabajo digno.

A pesar de su situación de indocumentación jóvenes como Zacarias Toussaint han optar por formarse para el emprendimiento. “Tras concluir el bachillerato no puede seguir mis estudios, aprendí a fabricar jabones artesanales y he creado mi propia línea que se llama Nutural Care”, dice.

Sin embargo, se queja de no poder acceder a la universidad, a financiamientos para ampliar su idea de negocio y sobre todo vive con el miedo de transitar sin documentos, “los dominicanos de ascendencia extranjeras afectados por la sentencia no podemos acceder a los beneficios que otorga el gobierno a los dominicanos”, deploró.

La solidaridad y solidaridad son fundamentes para la convivencia dentro de los bateyes. Quienes logran acceder a programas de formación multiplican el conocimiento.

Tal es el caso de Ana Beatriz Rosario, del Movimiento de Mujeres Dominico Haitianas (MUDHA) quien trabaja para poner fin al matrimonio infantil y las uniones tempranas en bateyes, Santo Domingo Oeste.

Otros tienen habilidades para las artes como el caso de Wilkin Feinor Dejoizil, conocido en redes sociales como ‘Wilkin el mesiánico’ quien se dedica a componer y cantar música cristiana.

Movilidad juvenil

El movimiento Juventud Empoderada para la Transformación (JET), es una entidad de acción social y voluntariado dirigida por Saturnino Pérez en Monte Plata, realiza diferentes acciones voluntarias entre ellas reconstrucción de viviendas.

Pérez explicó que JET se enfoca en la creación de capital humano para el trabajo y para el servicio social.
“Los jóvenes reciben capacitaciones y aportan su trabajo voluntario a favor de personas de escasos recursos”, asegura.

Otro ejemplo es el trabajo de la presidenta de MUDHA, Esmeralda Chalas, quien hace esfuerzos junto a otras líderes del movimiento para empoderar y capacitar a las mujeres para el empleo.
“También trabajamos la prevención de violencia de genero”.