Luchó por la libertad y los derechos de los dominicanos

Luchó por la libertad y los derechos de los dominicanos

Calle Plinio Díaz Vargas, Villa Agricola. Hoy/ Arlenis Castillo/26/12/2024

Su padre se llevó a la tumba el deseo de volver a verlo tras innumerables cartas a Balaguer, a jefes policiales, reclamando, denunciando, solicitando investigaciones. La madre estuvo al borde de la locura, no se alimentaba. Sobrevivió unos años “a base de sueros e inyecciones”.

Uno de sus hijos no conoció al papá cuya esposa quedó embarazada. Nació tres meses después de que el patrullero oficial placa 3839 secuestrara a su progenitor en la calle Alma Máter esquina Correa y Cidrón. Su otro vástago apenas convivió un año junto a ese padre joven, polifacético, sensible ante las injusticias, desaparecido por el régimen represivo de los 12 años balagueristas.

Plinio Ignacio Díaz Vargas, periodista, analista político, reportero, locutor, productor de radio y televisión, fue apresado el 7 de octubre de 1974 y hasta la fecha se desconoce cuál fue su destino.

“Es triste, doloroso, estamos todavía esperando, no sabemos qué fue de él, es muy frustrante”, expresa su hermana Josefina. Ella, Gladys y Sonia, otras dos hermanas, se han encargado de mantener viva la memoria de Plinio no solo en sus corazones y recuerdos sino también a través de documentos que pudieron conservar pues su padre se deshizo de muchos por temor a un allanamiento del balaguerato.

Gladys cuenta que a la última persona que vio Plinio fue a su padre, que trabajaba en la vicerrectoría de la UASD. “Ve donde tu mamá, que sabes cómo se preocupa”, le aconsejó y él respondió: “Ahora voy para allá”. “Mamá murió esperándolo. Ningún gobierno ha dicho nada, no sabemos qué pasó con él”.

“¡Cállenlo!”. Adriano de la Cruz fue “mentor” de Plinio en el Instituto de Periodistas Salvador Pittaluga y declaró, según documentos: “Tenía tanta pasión por informar al pueblo sobre la corrupción gubernamental en el periodo de los 12 Años de Balaguer que remeneó algunos altares y tal vez soltó la orden de ¡Cállenlo!”.

Estando en cuarto año de periodismo, Díaz comenzó a trabajar en “La voz del pueblo”, dirigida por Marcio Mejía Ricart, y cubría la fuente de la Cancillería. Se dijo que publicó “un palo noticioso” al informar sobre unos 300 mil pesos en acciones del entonces secretario de Relaciones Exteriores, en el liquidado Banco de Santo Domingo.

“Narró en el lugar de los hechos el asesinato de la estudiante Sagrario Ercira Díaz”.

Era inquieto, inquisidor, valiente. “En la escuela intermedia empezó a destacarse como un líder de masas. Su presencia en las calles era el común denominador de todos los jóvenes de su época”, se publicó en páginas que fueron exhibidas en el Museo de la Resistencia.

Se movilizaba, “pero estudiaba. A los 19 años se graduó en la Escuela Nacional de Locución de Otto Rivera y a los 23, técnico en periodismo”.

Fundó un programa junto a Oscar Gil Díaz en RPQ Cadena Azul y otro de televisión: “Acontecer político nacional”.

¿Qué habría denunciado Plinio que afectara la imagen de un funcionario o desenmascarara la creciente corruptela estatal?

Quizá su padre tenía la respuesta pues en una carta que envió a Balaguer ofrece el nombre de un preso recluido en La Victoria que supuestamente sabía lo ocurrido a su hijo “y así lo conversó con los coroneles Darío Castro y Pérez Acosta, de la Policía”.

Diferentes entidades exigían se informara el porqué del rapto, el destino final de la víctima. A 50 años del suceso no hay respuesta.

“Todo indica que otro dominicano puede estar a punto de sufrir la barbarie de la muerte vil y desalmada…” publicaron reporteros pidiendo al jefe de la policía, Rafael Guillermo Guzmán Acosta, “declaraciones convincentes sobre la suerte corrida por Plinio”.

Militancia

Plinio Ignacio nació en Dajabón el 23 de noviembre de 1949, hijo de Antonio María González Gavilán y Matilde Vargas. Cursó primaria y secundaria en el colegio Don Bosco. Era miembro de la Alianza Francesa. Estuvo casado con Josefina Collado, madre de sus hijos Plinio, nacido el 26 de mayo de 1973, y Amaurys, que vino al mundo el 21 de noviembre de 1974, después de la desaparición de su padre, que contaba 25 años.

Según documentos, Díaz Vargas era militante del Movimiento 23 de Enero, dirigido por Plinio Matos Moquete.

La calle
A propuesta del regidor Andrés Matos, en julio de 1988 se designó con el nombre de Plinio Díaz Vargas la “Calle 34” de Villas Agrícolas, en reconocimiento “a su lucha por la libertad y los derechos democráticos del pueblo dominicano”. Como si todo conspirara para sepultar su nombre, la vía no tiene rótulo.

Puedes leer: Justino José del Orbe, revolucionario que no pasó factura al Estado

Más leídas