El presidente de la República, Luis Abinader, consideró hoy como un «descaro» de la oposición política volver a presentar a los mismos personajes con quienes gobernaron.
«Su tiempo ya pasó, y aunque hoy intenten volvernos a engañar, los dominicanos tenemos memoria y sabemos que donde mejor están es en la oposición. Donde pueden gritar, pero no pueden dañar la vida de la gente y aprovecharse del gobierno. No obstante, tienen el descaro de presentarse con las mismas caras, los mismos personajes con quienes gobernaron, «, dijo el mandatario al ofrecer un discurso durante el acto de entrega de certificados para los ganadores de la convención del Partido Revolucionario Moderno (PRM).
A continuación su discurso íntegro:
Compañeras y compañeros,
Como siempre encontrarme aquí con todos ustedes es para mí un honor, porque es en estos momentos en los que puedo dirigirme a los perremeistas y donde puedo mirar los rostros de cada uno de ustedes y ver reflejados su espíritu de lucha, su entusiasmo, su pasión y los ideales democráticos que encarna nuestro partido, El Partido Revolucionario Moderno.
Quiero empezar reconociendo los valores y las causas sociales que como partido hemos defendido siempre. Son los valores de justicia social, democracia, honestidad y transparencia los que nos mueven como organización y la razón de ser de nuestro partido.
Somos el partido que representa a todos los dominicanos, a los campesinos, obreros, jóvenes, profesionales, mujeres, empresarios, SOMOS EL PARTIDO DE TODOS. Somos el partido que mejor representa a la República Dominicana.
El cambio político que todos anhelábamos llegó a nuestro país de la mano de un partido muy joven, pero cargado de la experiencia que traían consigo los miles de hombres y mujeres que decidieron acompañarnos en las elecciones municipales de marzo 2020, y luego en las presidenciales del 5 de julio.
Hace casi dos años asumimos la Presidencia con un alto grado de compromiso, sabiendo que tendríamos que atravesar momentos muy difíciles y superar obstáculos, pero los hemos hecho gracias a la voluntad del pueblo, el empuje de nuestras convicciones y a la colaboración incansable de la militancia del PRM.
Sintámonos orgullosos de lo que estamos logrando a pesar de las adversidades. El camino ha sido duro, difícil, pero siempre supimos que hacer las cosas bien y de manera justa era la única forma de honrar nuestra palabra.
Hemos aprendido de los errores del pasado y estamos construyendo, día a día, un mejor partido y un mejor país.
El PRM representa el esfuerzo para la superación del individualismo que corroía la confianza interna y afectaba la unidad partidaria de los viejos partidos, y se ha convertido en un espacio en el que todos trabajamos para mayor gloria de nuestro país, siempre guiados por los ideales socialdemócratas que representó José Francisco Peña Gómez, y que representan ahora lo mejor de nuestra esencia.
Este es un partido que camina hacia la madurez, que está consciente de su responsabilidad histórica y de su rol en la coyuntura actual, y una muestra de ello es que se haya llegado a un consenso cercano al 80% en la dirección de los organismos provinciales y municipales, y por ello debemos felicitarnos.
Compañeros y compañeras, no debemos olvidar nunca, que el verdadero triunfo de un partido político no se alcanza únicamente cuando se consigue el poder, sino cuando este poder se utiliza para servir al pueblo y para solucionar los problemas reales de la gente.
Nosotros somos el resultado de una vocación democrática contraria al caudillismo partidario; un partido opuesto radicalmente al mal manejo de los fondos públicos, al dispendio del erario y a la corrupción que por décadas protagonizaron aquellos que pretendieron convertirse en empresarios cuando estaban gobernando.
Fundamos el Partido Revolucionario Moderno para defender la democracia; nacimos para devolver la dignidad a un país que pedía a gritos libertad, justicia, igualdad de oportunidades y trabajo.
Y nos propusimos hacerlo de forma diferente. Con diálogo, abiertos a todos, pensando siempre en primer lugar en los más desfavorecidos y respetando la independencia y la autonomía de los distintos poderes del Estado.
Ese, el respeto al estado de derecho, fue uno de los más sagrados compromisos que adquirí con los dominicanos cuando tomé posesión como presidente. Di mi palabra. Y he cumplido con ella.
Nacimos vistiendo el traje de soldados en la defensa de la democracia dominicana y no nos lo hemos quitado un solo día desde ese momento, porque ese espíritu profundamente democrático es una seña de identidad en el PRM.
Compañeros y compañeras perremeístas,
Hace ya casi dos años, nuestro trabajo y la promesa de cambio hicieron que el pueblo nos convirtiera, con mucha diferencia, en la mayor fuerza política del país. Hoy confirmamos que los dominicanos sabían lo que hacían cuando nos eligieron dirigir la República Dominica. ¿Se imaginan ustedes si el resultado hubiera sido diferente?
Le ganamos en las urnas a una cultura perversa y corrupta que se basaba en los intereses particulares por encima del interés general.
Su tiempo ya pasó, y aunque hoy intenten volvernos a engañar, los dominicanos tenemos memoria y sabemos que donde mejor están es en la oposición. Donde pueden gritar, pero no pueden dañar la vida de la gente y aprovecharse del gobierno. No obstante, tienen el descaro de presentarse con las mismas caras, los mismos personajes con quienes gobernaron.
No se puede pretender volver a la presidencia de un país cuando después de décadas de gobierno no dejaron uno solo de los grandes problemas nacionales resuelto.
Estos señores del pasado dijeron NO al programa de vacunación, a la aplicación de la tercera dosis, mientras la mayoría de los países han seguido nuestro ejemplo y la Organización Mundial de la Salud ha reconocido a nuestro país como uno de los mejores del mundo en la gestión de la crisis sanitaria.