Tal parece que todavía existen políticos que piensan que en el arte de la política todo está permitido. Pero me tomo el atrevimiento y digo NO, rotundamente, no señor Abinader, en política no todo está permitido. Se entiende que en términos electorales, Luis Abinader no goza de una buena aceptación ante el electorado dominicano, por eso vemos que sus recientes declaraciones son consecuencia de su desesperación y es normal porque “el palo ya tá dao”.
Como el gobierno que está ejecutando el Presidente Danilo Medina ha dejado sin discurso a sus adversarios, vemos como ellos (la oposición) dan palos a ciegas en busca de agenciarse unos cuantos votos con temas como: el precio de los combustibles y las visitas sorpresa, sabiendo o ignorando ellos que todo lo que se dice o hace y no se sustenta sobre base firme, se cae por sí sólo.
Ciertamente no estamos ante un gobierno perfecto, lo que si podemos afirmar es que estamos ante un gobierno que está haciendo lo que nunca se hizo, está corrigiendo lo que estaba mal y ha continuado con las políticas públicas que estaban bien.
Oír a Luis Abinader decir que las visitas sorpresa han sido un fracaso y que mas que ser un programa racional para resolver los graves problemas de producción , financiamiento , titulación , reconversión tecnológica y comercialización que afectan al campo dominicano , las visitas sorpresa son un instrumento de campaña y promoción política , solamente podemos concluir en que Abinader está desesperado .
Contrastando las palabras de Abinader, con lo que dijo hace poco más de un año José Graziano Da Silva director de la FAO (por sus siglas en ingles Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) quien califico las visitas sorpresa como un modelo solidario que debe extrapolarse a otros países del mundo y por su parte Gero Vaagt (representante de la FAO en el país) afirma que este modelo ejecutado por el Presidente Danilo Medina, no sólo se limita en otorgar financiamiento a los pequeños productores que forman parte de asociaciones y cooperativas , sino que va acompañado de infraestructura , comunicación , acceso al mercado , cadena de valor y procesamiento del producto , lo cual ha devuelto la esperanza y la confianza en el campo dominicano .
Entonces, señor Luis Abinader, ¿A quién le creemos, a usted o a la FAO?