El excandidato presidencial por el Partido Revolucionario Moderno (PRM), Luis Abinader declaró hoy que el país no debe embarcarse en ningún proceso de activismo político electoral sin la garantía y el compromiso de actualizar las leyes que rigen la democracia electoral y el sistema de partidos, para evitar que se repitan los traumas que han afectado la democracia partidaria y las groseras manipulaciones registradas en los pasados comicios nacionales.
Expresó que es necesaria una reforma política que fortalezca la institucionalidad democrática debe ser previa a cualquier reestructuración económica, pues si gobernantes como el presidente Danilo Medina actúan sin ningún control, tanto la economía como los demás ámbitos del país continuarán en el desorden en que vive ahora el país.
Abinader afirmó que una idea del desorden en que está sumido el país lo da el hecho de que el jefe policial admitió en un espacio televisivo que al interior de esa institución existía una mafia que distraía cientos de millones de pesos en el manejo del combustible, y reveló además que no sabía dónde estaban ni que hacían miles de miembros de la institución supuesta a mantener el orden y perseguir el delito.
Consideró una locura que un partido o un sector de la vida política nacional se embarque en la aventura de promover candidaturas a cualquier nivel mientras exista una confabulación de irrespeto a la ley, de abusos de poder y de trampas, como el que según él favoreció la reelección del presidente Danilo Medina.
Expuso que al día de hoy el PRM está luchando contra el despojo de 4 senadurías, incluyendo las de las provincias María Trinidad Sánchez, Valverde y Duarte, en las que la Junta Central Electoral (JCE) se ha negado a contar votos de colegios electorales cuyos resultados serían favorables a la oposición.
De manera específica Abinader dijo que un escrutinio apegado a la verdad y la ley daría de 4 a 5 senadores al PRM, unos 15 diputados y de 4 a 5 alcaldías y un buen número de direcciones de juntas municipales más, incluyendo 4 diputaciones de las que la JCE pretende despojar a ese partido y aliados, en violación a la Constitución de la República y la representación de la segunda mayoría establecido en todo sistema democrático.
También precisó que la lucha que él desarrolla no es por interés personal, sino en favor de desterrar del sistema político nacional los vicios, las trampas, violaciones y el desorden que se produjeron en las pasadas elecciones.
Favoreció en ese sentido que los candidatos y candidatas y los partidos de oposición continúen, junto a la sociedad, gestionando los cambios y reformas electorales, incluyendo las reformas de las leyes y el cambio de los directivos de la JCE Y el Tribunal Superior Electoral (TSE) para que se garanticen elecciones justas, transparentes y revestidas de legitimidad.