Madrid. “Despacito”, así lleva Luis Fonsi varias semanas marcando el ritmo de las listas de éxitos musicales internacionales con un tema pop del mismo nombre y soniquetes latinos y urbanos que ha llevado más alto que nunca la pauta marcada previamente por artistas como Enrique Iglesias o Ricky Martin.
“El pop latino está sin duda en su mejor momento. Hay hambre de música con ese sabor”, opina a Efe el compositor e intérprete puertorriqueño a su paso por Madrid, tras el auge de su último sencillo, que se convirtió en la tercera canción más escuchada en Spotify y, por ende, en la canción en español que más arriba ha llegado nunca en esa plataforma.
Luis Alfonso Rodríguez (San Juan, 1978) se declara “sobrepasado» en sus expectativas, sobre todo por la velocidad a la que se ha dado este éxito, que ha empapado incluso a países de habla no hispana, algunos en el mercado asiático.
A este respecto, el que se autocalificaba como el músico de “la lágrima en la garganta”, por el corte predominantemente desgarrado y melódico de sus sencillos, reconoce que en los últimos tiempos prestó más atención a este tipo de composiciones, “al igual que el público”, y que se le antojó “hacer algo más alegre».
“No siento que hubo un cambio, sino un crecimiento. Se abrió una puerta que siempre estuvo ahí, pues como buen boricua llevo el ritmo en la sangre”, justifica el autor de “No me doy por vencido».
La misma guitarra con la que compuso aquella conocida balada sirvió para tejer como una “media cumbia” este “Despacito”, a partir de un juego de palabras con Puerto Rico, su tierra, a la que reivindica en el videoclip y, musicalmente, con la inclusión de un cuatro (tipo de guitarra) puertorriqueño.
La canción, añade, “necesitaba más movimiento” y por eso llamó a Daddy Yankee, “un gran amigo y un gran artista que sabe cómo adaptar su talento a otros géneros».