El 9 de noviembre de 1870 nace en Santo Domingo Luisa Ozema Pellerano, la educadora que hace patria y escuela viva para las dominicanas en las primeras dos décadas del siglo XX; activista por la soberanía y luz transformadora que guía a las primeras abanderadas de la ciudadanía de las mujeres. Ella, en palabras de Abigaíl Mejía, encarna “los valores altamente morales de la sociedad dominicana”.
La grandeza de su labor magisterial radica en su interés de honrar la memoria de su “madre espiritual” Salomé Ureña de Henríquez, instalando a la edad de 17 años un centro educativo que lleva el nombre de la poeta para continuar así su legado; y es que Luisa Ozema, en 1887, conformó el primer grupo seis de graduadas del Instituto de Señoritas fundado por Ureña de Henríquez en 1881, siguiendo la metodología de la escuela normal de Eugenio María de Hostos.
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Era tal la sutil revolución que Luisa Ozema Pellerano lograba en las aulas de su Instituto de Señoritas Salomé Ureña de Henríquez, que la académica Ginetta Candelario precisa que con una inigualable inteligencia, acompañada de su hermana Eva María, promueve la emancipación del saber entre las niñas y las adolescentes que tenían la posibilidad de ser instruidas en historia dominicana, geografía universal, prehistoria e historia de América, urbanidad -cimientos de la educación cívica-, religión y labores a mano, además de los “estudios de palabras” y matemáticas.
Se constituyen estas ciencias en guía para entender la importancia y necesidad de la profesionalización de las mujeres, y con esta comienzan a ser socavados los marcados privilegios que excluían a las dominicanas de la educación formal; aquel currículo se extiende también por el país en las cátedras de Ercilia Pepín, Rosa Smester, Ana Josefa Puello y Encarnación Suazo. De hecho, para Livia Veloz son las clases de Luisa Ozema y sus contemporáneas las tribunas que “iban forjando el porvenir de las dominicanas”.
Aquel legado tan profundo y trascendental se denota en el centenar de cartas, poemas y ensayos publicados por Petronila Angélica Gómez Brea tras conocerse la triste noticia de que la cruenta enfermedad renal dejó sin vida a Luisa Ozema el 28 de marzo de 1927. “La patria está de duelo, porque ha perdido una de sus grandes glorias femeninas. El Feminismo (sic) dominicano está de duelo porque ha perdido una de sus legítimas representaciones. Se ha ido en un viaje eterno la maestra que en, consagrada actividad, destacó su labor en sus más altos relieves por más de treinta años”, escribe la directora de Fémina, evidenciando que la educadora no solo fue una maestra, sino una guía espiritual en la lucha por la igualdad.
Celebrar y recordar el 154 aniversario del nacimiento de Luisa Ozema Pellerano, es recordarla como la creadora del Instituto de Señoritas Salomé Ureña, propulsora de la Semana Patriótica, fundadora y presidenta de la Sociedad Patriótica y la formadora de niñas y adolescentes con estirpe feminista… Es también versar los atributos con el cual la señalaba su compañero de vida, Federico Henríquez y Carvajal, en “Meseniana”: “Ella pasó por el mundo como una flor, como un ave, como una estrella”.