Ginebra.- El número de países que cuentan con leyes que protegen y promueven plenamente la lactancia materna frente a la leche de fórmula todavía es reducido, lo que expone a las madres a informaciones erróneas y tendenciosas a través de la publicidad, dijeron hoy organismos internacionales activos en esta temática.
Un informe conjunto de la Organización Mundial de la Salud (OMS), de UNICEF y de la Red Internacional de Grupos de Acción para la Alimentación Infantil reveló hoy que sólo 39 países (de los 194 analizados) han integrado todas las normas internacionales sobre la comercialización de substitutos de leche materna.
En un total de 135 países hay disposiciones vigentes sobre la comercialización de esos productos, pero éstas sólo cubren parcialmente las prácticas comerciales con las que se intenta convencer a las madres de beneficios de la leche de fórmula que no están confirmados.
Como recuerda el informe, lo que si está confirmado científicamente es que la leche materna es el alimento ideal para los niños por ser segura, pura y contener los anticuerpos que luego les brindan protección de varias enfermedades frecuentes.
«Los niños que son amamantados obtienen mejores resultados en pruebas de inteligencia y su riesgo de ser obesos o diabéticos en el futuro es menor», recuerdan los expertos.
Las madres igualmente se benefician de la lactancia puesto que reducen su riesgo de sufrir cáncer de mama o de ovarios.
A pesar de que la información sobre estos beneficios comprobados para la madre y el bebé intenta abrirse camino, dos de cada tres lactantes «no son alimentados exclusivamente con leche materna durante los seis meses recomendados», señala el estudio.
Ese dato corrobora que la tasa de lactancia exclusiva materna hasta el primer medio año de vida no ha mejorado en décadas.
En una rueda de prensa en que se presentaron estas conclusiones, el director del Departamento de Nutrición para la Salud de la OMS, Francesco Branca, lamentó que los padres no estén suficientemente protegidos por la ley de las informaciones inexactas que difunden las compañías que producen la leche de fórmula.
«Esto puede distorsionar el punto de vista de los padres y afectar su confianza en la lactancia de pecho, lo que resulta en que muchos niños quedan excluidos de sus numerosos beneficios», dijo el experto.
Esta es, ante todo, una batalla comercial, admitió por su parte el responsable de nutrición en UNICEF, Werner Schultink.
El mercado de substitutos de leche materna está en plena expansión, con ventas anuales mundiales de 45.000 millones de dólares, que se proyecta habrán aumentado hasta los 70.000 millones en 2019.
«La batalla para aumentar la tasa de lactancia materna exclusiva será dura, pero vale la pena… No deberían autorizarse prácticas comerciales astutas y que deforman los hechos porque la leche materna no es igual (a la de fórmula)», recalcó.
Pese a esta evidencia, los padres y los recién nacidos están sólo parcialmente protegidos y entre los países donde no hay ninguna ley sobre las prácticas comerciales de substitutos de leche materna, apenas un poco más de la mitad prohíbe su publicidad y promoción de manera eficaz.
Menos de la mitad de esos países ha prohibido que se suministre a los establecimientos de salud con substitutos de leche materna de forma gratuita o a precios reducidos.
Las regiones de Europa y América, conforme a la delimitación que establece la OMS, están entre las más atrasadas en la adopción de legislaciones completas en la materia, con 3 de 53 países en la primera y 8 países entre 35 en la segunda.