Caracas.– El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, aseguró hoy que sí se firmó un “acta privada con los preacuerdos” en el marco del diálogo que su Gobierno mantiene con parte de la oposición en República Dominicana y que él personalmente ha hecho “correcciones” a ese documento.
“Se firmó un acta privada con los preacuerdos de los puntos que ya han sido conversados y resueltos entre la delegación bolivariana revolucionaria (…) y la delegación de la derecha venezolana”, aseguró Maduro durante un acto de graduación de médicos en Caracas.
El presidente comentó que espera que en 72 horas se pueda celebrar en Venezuela “un acuerdo de paz entre la derecha y las grandes mayorías” tras leer los informes del último encuentro del diálogo que se realizó hoy.
“Recibí los informes, tengo conocimiento preciso, y fotocopia del acta privada que se firmó con los preacuerdos”, dijo y señaló que antes de llegar al acto en el que estaba ofreciendo este discurso estuvo leyendo el acta, “haciéndole algunas correcciones». Indicó, además, que aún faltan “algunos puntos” que acordar entre las partes y de ahí que se hayan dado tres días más para resolver estos aspectos.
“Lamentablemente el señor Julio Borges (líder de la delegación opositora para el diálogo) trató de negar que existan preacuerdos, pero si no existen preacuerdos ¿para qué nos dimos 72 horas?”, comentó.
Tanto la oposición como el oficialismo han dicho que existe el acta privada pero mientras el antichavismo niega rotundamente que se trate de un preacuerdo, el chavismo afirma que “solo faltan detalles” para lograr un acuerdo definitivo.
“Aquí no se ha firmado ningún preacuerdo, lo único que hay en blanco y negro son aquellos aspectos en los que hay avances”, afirmó hoy Julio Borges.
Asimismo, uno de los asesores de la oposición venezolana en el diálogo, Jorge Roig, aseguró hoy que los puntos que faltan por resolver en estas conversaciones tienen que ver con el tema electoral y el reconocimiento a la oficialista Asamblea Constituyente.
“Una cosa es decir que hay dos puntos por resolver y otra cosa es decir que esos puntos, por ejemplo, pueden ser nada más y nada menos que la fecha de las elecciones y las garantías electorales”, una de las principales demandas de la oposición, dijo Roig.
Acuerdo definitivo. El gobierno de Venezuela y la oposición cerraron este miércoles sin un acuerdo la quinta ronda de negociaciones en República Dominicana, aunque continuarán conversaciones en Caracas con las elecciones presidenciales como tema de la discordia.
«Quedan asuntos pendientes (…) y las partes se trasladarán a Caracas para comenzar las consultas y poderse reunir allá», anunció en rueda de prensa el presidente dominicano, Danilo Medina.
El mandatario, que mostró ante las cámaras el «acta de los avances de la agenda para los acuerdos del diálogo», dijo que las partes se reunirán «tentativamente el próximo lunes para tratar de llegar a un acuerdo», otra vez en Santo Domingo.
Tras el anuncio de Medina, Jorge Rodríguez, principal delegado del gobierno de Nicolás Maduro, aseguró que se había firmado un «preacuerdo»; pero luego el jefe de los negociadores de oposición, Julio Borges, lo negó.
«Estamos entendidos en absolutamente la inmensa mayoría de los puntos», dijo Rodríguez, quien afirmó que «algunos mínimos detalles» serían «dilucidados en las próximas 72 horas» en Caracas para «firmar el acuerdo definitivo» el lunes.
Chile amenaza. En las negociaciones, la oposición exige «garantías» para las presidenciales, que la oficialista Asamblea Constituyente adelantó hace una semana para antes del 30 de abril.
En Santo Domingo estuvieron como facilitadores representantes de Nicaragua, Bolivia y Chile, y el exjefe de gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero. México abandonó la mesa por el adelanto de los comicios.
Chile, que como México fue invitado al diálogo por la oposición, amenazó este miércoles en un comunicado con retirarse si no se acuerdan condiciones para que las presidenciales sean «democráticas, transparentes y conforme a estándares internacionales».
«Estamos exigiendo elecciones limpias, pero con el tiempo para hacer la elección con garantías», dijo en Caracas el diputado Luis Florido, negociador opositor que se marginó de esta ronda por el adelanto de comicios.
Según un asesor de la oposición, también se discute la reciente decisión de la máxima corte de justicia -acusada de servir al gobierno- que excluyó a la MUD de las presidenciales, argumentando que es una alianza de varios partidos y que no se permite doble militancia.
La MUD también pide el levantamiento del desacato que declaró la corte contra el Parlamento de mayoría opositora, y una renovación del poder electoral, al que señala de oficialista. «Lo fundamental no está acordado», aseguró Colette Capriles, asesora de la MUD.
Por su parte, el gobierno pide apoyo para revertir las sanciones económicas que impuso Washington a Venezuela. Las partes discuten también salidas a la severa crisis socioeconómica, con hiperinflación proyectada en 13.000% para 2018 por el FMI, y escasez de comida y medicinas.
Maduro acusó el martes a Estados Unidos de presionar a la MUD para boicotear un acuerdo. Después, la embajada estadounidense en Caracas pidió al gobierno tener «coraje» para reformar el poder electoral y acordar con la oposición una fecha para las votaciones.
El jefe de la diplomacia estadounidense, Rex Tillerson, viajará esta semana a México, Argentina, Perú, Colombia y Jamaica, donde buscará consolidar un frente contra el gobierno venezolano.
Maduro en campaña. Maduro, cuya candidatura oficializará el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) el domingo, arrancó su campaña con propaganda en la televisión. Mientras, la oposición no ha definido si escogerá a su candidato en primarias o por consenso, y ni siquiera sabe si sus partidos podrán disputar los comicios.