Yvelisse Prats-Ramírez de Pérez, mi amiga de infancia y de ideales democráticos, terminó sus días entre nosotros el pasado domingo 10 de octubre, luego de 89 años de vibrante existencia.
Su cuerpo frágil, con problemas pulmonares, de la vista y de la voz, luchó exitosamente contra las adversidades durante toda su vida por cumplir con sus tres grandes objetivos: como madre hasta una tercera generación, como maestra y defensora a ultranza de la clase magisterial, así como militante por la libertad y la democracia dominicana.
A Yvelisse la conocí desde mi infancia, pues era de la misma edad de mi hermano mayor Octavio y en el colegio Santa Teresita, mi madre fue compañera de la suya, Consuelo Martínez, en los afanes pioneros del trabajo estenográfico de los años veinte; y mi padre Gustavo era contertulio habitual de su padre Panchito Prats Ramírez, fue un largo recorrido de más de ochenta años.
Lectora insaciable hasta que perdió la vista, oradora convincente hasta que perdió la voz y nos dejó porque ya no tenía aliento ni pulmones para seguir con nosotros hacia adelante en la lucha nunca terminada por un país mejor.
Nosotros, los miembros del Partido Revolucionario Moderno, el mismo que logró hacer renacer del PRD de sus amores, que nos arrancó hace 6 años el continuismo irredente en que se constituyera el PLD en el poder, queremos rendir un homenaje póstumo a la mujer que nos acompañó en este difícil periplo hacia el poder; sobre todo desde uno de los más vitales campos que le corresponden a un Partido político: el de la formación teórica, práctica y humana de sus dirigentes y militantes, que hizo posible la demolición de la maquinaria de despotismo y corrupción gubernamental que se enseñoreó del poder desde el año 2004.
Una de las últimas aventuras políticas que acometimos, fue impulsar la renovación del liderazgo formal del Partido como una forma de evitar que esa maquinara reeleccionista la contaminara de falsas acusaciones.
Como resultado final de esas gestiones surgió una nueva Presidencia y Secretaría General de nuestra organización, que significaron mayor juventud y participación femenina, lo que reconoce la ahora oposición, pues le quitó argumentos; mientras ésta, una vez se desprendió Leonel Fernández de la presidencia del PLD, vino a ser sustituido por otro de los inculpados…
Nuestro acompañamiento tuvo también lugar en el magisterio, ya que compartimos esfuerzos en el Movimiento Renovador de la UASD, en la Escuela de Cuadros del PRD y en el Instituto José Francisco Peña Gómez, en el que rindió sus últimos esfuerzos.
Paz a sus restos, gloria a su memoria: Yvelisse…