El presidente Abinader expresó con vigor en, sin tal vez, su mejor discurso en elaboración y elocuencia: “Que la seguridad alimentaria es vista como parte de nuestra seguridad nacional; el trabajo de nuestros agricultores y productores y todo lo que representa el encadenamiento productivo del sector es y será nuestra prioridad. Damos seguimientos desde el inicio de mi gobierno al problema que se cierne sobre nuestra producción arrocera, por el impacto que tendría la fuerte desgravación a tasa cero que se aplicará a las importaciones de arroz a partir de 2025.”
Vale repetir que del arroz dependen 90,000 empleos directos, 320,000 indirectos y 300 factorías. La actividad económica supera los RD$45,000 millones; su desplome provocaría una debacle social. El arroz, como el maní, desaparecerá; solo lo conoceremos acudiendo a Google.
La embajadora Sonia Guzmán debería ser incorporada a la Comisión que busca salvaguardar el arroz.