Mal de fondo

Mal de fondo

Claudio Acosta

“Fruto de los acuerdos las fuerzas políticas con incidencia en el Senado, propusieron dentro de las ternas a personas que les son de alguna manera afines. Por eso desde un sector de la Fuerza del Pueblo se ha querido cuestionar al presidente de la Cámara de Cuentas, para forzar un cambio en el bufete directivo”. Lo que acaba de describir el senador del PRM Franklyn Romero, quien ayer denunció las intenciones de la oposición de hacer saltar del cargo al presidente de ese órgano de control, Janel Ramírez Sánchez, es el mal de fondo que sirve de caldo de cultivo a los recurrentes escándalos que protagonizan sus miembros debido a que los partidos y los intereses que representan lo han tomado por asalto, y no es difícil adivinar porqué y para qué.

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Ya vimos sus consecuencias, de manera particularmente dramática, con la anterior gestión, que en un hecho histórico fue intervenida por el Ministerio Público, que acusa a varios de sus miembros de maquillar auditorías y obstrucción de la justicia para encubrir actos de corrupción, pues el reparto se hizo entre un solo partido, al mejor estilo del comesolismo que normó la administración pública hasta el año 2020.

Para la integración del actual Pleno, como acaba de confesar el senador Romero, se quiso hacer de manera más “representativa” de la composición política de la cámara alta, y ya vemos los resultados. Eso obliga a tomar con pinzas, como recomienda el legislador, las denuncias que han filtrado a la prensa los miembros del Pleno que según el presidente de la Cámara de Cuentas han estado torpedeando su gestión, a tal punto de convertirlo en un “preso de confianza”. Por eso no es verdad, como han sugerido cándidamente algunos, que lo que está ocurriendo es fruto de un conflicto de egos incapaces de trabajar en equipo que se resuelve con terapia de grupo, y no lo es porque están de por medio los políticos y sus turbios intereses, en este caso asociados a la corrupción y la necesidad de garantizarse impunidad cueste lo que cueste.

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