Mañana: Conjugación de ayer y hoy. En el mundo de habla hispana existen expresiones cortas de extensas aplicaciones al diario vivir individual y colectivo. Una de ellas es la que reza: “Una cosa es con guitarra y otra con violín”. Ese decir me trae el recuerdo de un trágico hecho acaecido en una celda del Palacio de la Policía Nacional durante uno de los gobiernos del Dr. Balaguer, específicamente la gestión 1986- 1990. Se trató de un dirigente del sindicato “Sitracode” de la Corporación Dominicana de Electricidad. El cadáver mostraba un trauma contuso con fractura de la base del cráneo. La oposición política acusó al régimen de asesino. Tres años antes, en abril de 1984, la semana posterior a la Semana Santa había acontecido una poblada, en uno de los barrios altos de la ciudad capital con saldo de más de un centenar de fallecidos de manos de la fuerza pública. El hecho de sangre fue ampliamente criticado por todas las fuerzas opositoras. En 2022, un mes después de la Semana Mayor, pierde la vida de forma violenta un joven que se encontraba en calidad de detenido en un destacamento policial capitalino. Esta vez el rechazo al hecho de sangre ha sido general. Tan fuerte ha sido la indignación social que el acto criminal opacó el bochornoso secuestro del que fue víctima un diplomático dominicano en la República de Haití.
En pleno siglo XIX el poeta español Ramón de Campoamor soltaba estos versos que lo han inmortalizado: “En este mundo traidor/nada es verdad ni mentira/todo es según el color/ del cristal con que se mira”. Para la mayoría de los humanos los conflictos bélicos significan mucho dolor y sufrimiento, en cambio, otros grupos los llamarían Cruzadas o guerras santas, luchas de liberación, de independencia, levantamientos populares, defensa de la soberanía y todo un etcétera de términos. Ahora la industria de las armas está de plácemes con la lucha armada entre Rusia y Ucrania. En tiempos de escasez los especuladores se frotan las manos de goce. Parecería que la desgracia de unos representa la gloria de otros. Las crisis sociales y financieras son vistas por ciertos filósofos orientales como oportunidades para crecer.
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A simple vista parecería que ciertamente el mundo está patas arriba como diría el inolvidable pensador uruguayo Eduardo Galeano. Si de una cosa estamos convencidos es de que nada permanece estático, todo se mueve, el pasado ha dado lugar al presente y éste cederá su puesto al porvenir. El mañana es territorio exclusivo de los visionarios, imperceptible para los miopes de pensamiento y para los de espíritu derrotista.
Estamos firmemente convencidos de que por más oscura que luzca la noche, a ella le sigue un amanecer. La historia nos demuestra que hay más días soleados que nublados y que al final el bien triunfa sobre el mal. El autor de Las Venas Abiertas de América Latina nos legó este hermoso razonamiento: “Hay un único lugar donde ayer y hoy se encuentran y se reconocen y se abrazan. Ese lugar es mañana”.