Manuel Rocha, quién había sido embajador de Estados Unidos en Bolivia y ocupó otros cargos diplomáticos importantes en América Latina, fue acusado por ser agente secreto del gobierno cubano desde 1981.
La denuncia, presentada en la corte federal de Miami, acusa a Rocha de delitos que incluyen actuar como agente ilegal de un gobierno extranjero y ofrece un ejemplo sobre lo que los funcionarios estadounidenses señalan como esfuerzos de larga data por parte de Cuba para reclutar a funcionarios gubernamentales estadounidenses que puedan ser influenciados por sofisticados servicios de inteligencia.
Según el fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, esta es la traición más descarada y larga en la historia del servicio exterior de los Estados Unidos.
«Esta acción expone una de las infiltraciones de mayor alcance y duración en el gobierno de los Estados Unidos por parte de un agente extranjero», dijo el fiscal general Merrick B. Garland en comunicado donde se detalla la acusación contra el exdiplomático, detenido el viernes en Miami (Florida).
Según la denuncia, Rocha, un estadounidense de 73 años nacido en Colombia, «apoyó en secreto a la República de Cuba y su misión clandestina de recopilación de información de inteligencia contra Estados Unidos» desde alrededor de 1981 hasta ahora.
En los documentos y grabaciones presentados a la corte Rocha elogiaba a Fidel Castro, calificaba a los Estados Unidos como un «enemigo» y se jactaba de sus 40 años como espía cubano en el corazón de los círculos de política exterior de Estados.
Rocha, nació en Colombia, creció en Nueva York y después obtuvo varios títulos en universidades como Yale, Harvard y Georgetown antes de unirse al servicio exterior estadounidense en 1981.
Para cumplir su misión, el acusado obtuvo un empleo en el Departamento de Estado estadounidense entre 1981 y 2002 «en puestos que le proporcionaron acceso a información no pública, incluida información clasificada, y la capacidad de influir en la política exterior estadounidense», indica el comunicado.
Tras abandonar el Departamento de Estado, Rocha fue asesor del Comando Sur de Estados Unidos, un mando conjunto de las fuerzas armadas estadounidenses cuya área de responsabilidad incluye Cuba.
Entre 1999 y mediados de 2002, fue embajador estadounidense en La Paz, donde causó una gran polémica al amenazar con retirar la ayuda estadounidense a la guerra boliviana contra las drogas, si el izquierdista y exsindicalista cocalero Evo Morales ganaba las elecciones.
Numerosos casos de espionaje han empañado las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, enemigos desde la revolución comunista de la isla en 1959, en plena Guerra Fría.
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