Sao Paulo.- Final del Mundial de 2014 en el templo de Maracaná en Rio de Janeiro. Alemania y Argentina frente a frente. Los hinchas de la Albiceleste se desgañitan para acordarse del gran rival ausente, Brasil, que había sido humillado en las semifinales. Diego Armando Maradona inspiró una canción que se convirtió en hit.
Ese 13 de julio de 2014 los miles de argentinos que inundaron el Maracaná dedican pocos gritos a sus rivales germanos, más allá de calificarles de “pecho frío”, y se los guardan contra sus archirrivales brasileños, aún escocidos del 7-1 ante Alemania cinco días antes.
La pentacampeona se había quedado sin su final soñada. “Brasil decime que se siente tener en casa a tu papá, te juro que aunque pasen los años, nunca los vamos a olvidar”, comienza la letra de esta suerte de himno que reverberó en los días previos a la final en Río de Janeiro.
Un himno que evoca la polémica derrota brasileña en los octavos de final del Mundial de 1990, cuando Maradona, en su enésima genialidad, se quitó de encima a tres brasileños en carrera y sirvió a Caniggia, que anotó el solitario tanto del triunfo en el minuto 81.
Argentina llegó a la final de aquel torneo, aunque perdió frente Alemania por 1-0; idéntico resultado que acabó sufriendo ante el mismo rival 24 años después.
“Que el Diego los gamebeteó, el Cani los vacunó, están llorando desde Italia hasta hoy. A Messi lo van a ver, la Copa que va a traer. Maradona es más grande que Pelé”, finalizaba el ya popular cántico.
“EL AGUA BENDITA DE TURÍN» La figura de “El Pibe” supuso un antes y un después en la rivalidad con Brasil, cuyos hinchas no olvidan la polémica eliminación en los octavos de final de Italia’90. El propio Maradona fue quien desveló en un programa de televisión qué sucedió en aquel encuentro en el que se distribuyó el “agua bendita de Turín».
Todo había comenzado con la denuncia del lateral brasileño Branco, que aseguraba haber comenzado a sentir mal tras beber el agua que le había ofrecido el masajista argentino. Años después de esa denuncia, Maradona dio la razón a los brasileños.
Carlos Salvador Bilardo había ordenado que se disolviese Royphnol, un sedante, en una de las botellas con agua, identificada con un código de colores. Tras una falta en la banda de Ricardo Rocha a Pedro Troglio, con el juego parado, y ante el fuerte calor que hacía en Turín, los jugadores fueron a la banda a beber agua.
Branco bebió de la botella con sedante que le ofreció el masajista argentino y se volvió más lento. “Venía a tomar Branco, Valdo todos los buenos”, recordó entre risas Maradona en un programa de televisión de 2013. Era “el agua bendita de Turín».