Fue la primera mujer que ejerció el periodismo en la República Dominicana como medio de ganarse la vida. Cubría sucesos en la parte alta de Santo Domingo y posteriormente se convirtió en ayudante del jefe de redacción, directora de suplementos, periodista investigadora. Era además filósofa, escritora, historiadora, urbanista, paleógrafa, maestra. Dominaba el español y el francés.
Preparó en archivística a generaciones de dominicanos. Ofreció oportunidades a jóvenes con vocación de escritores, a través de secciones periodísticas, como “Colaboración escolar”, y en visitas a escuelas en busca de talentos literarios. Así descubrió, incentivó y proyectó a estudiantes que más tarde formaron uno de los más relevantes movimientos poéticos dominicanos, la Generación del 48.
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La integraron Lupo Hernández Rueda, Máximo Avilés Blonda, Víctor Villegas, Abelardo Vicioso, Alberto Peña Lebrón, Luis Alfredo Torres y otros. Tuvieron en ella y Pedro René Contín Aybar “sus padres y orientadores iniciales”.
El nombre de María Ugarte España remite a cultura en el sentido más amplio. Escribía y disertaba sobre arte, libros, música, historia, arqueología, arquitectura. Publicaba conmovedoras semblanzas con admirable y singular estilo, desbordantes de admiración y reconocimiento.
Desarrolló la más extensa campaña de divulgación acerca del patrimonio cultural dominicano, su conservación, puesta en valor y restauración e investigó y publicó múltiples trabajos especializados sobre los monumentos coloniales.
“Amó la ciudad colonial tanto como a su ciudad natal”.
Sobre doña María, como la llamaron desde que vino al país, a pesar de que solo contaba 34 años, conversa su hija Carmenchu Brusiloff, comunicadora igual que su madre. Huyó con la bebé hacia Francia en un barco de carga británico antes de arribar a Santo Domingo. La hija refiere las zozobras de los bombardeos de la aviación nazi, la escasez de alimentos y otras carencias y crisis que le narraba.
Llegó en marzo de 1940, poco después del estallido de la guerra civil española. Aquí la esperaba Constantino Brusiloff, su esposo desde 1936, primero en el viaje que interrumpió su luna de miel. El hogar fue una colonia para refugiados españoles en Medina, San Cristóbal. Luego se trasladaron a Sosúa.
Ya doña María había egresado del Instituto de Segunda Enseñanza de Segovia; de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Central (hoy Complutense) de Madrid; tenía títulos de Bachiller en Letras: Licenciada en Ciencias Históricas; Paleógrafa. En el Instituto tuvo como jurado de sus exámenes al renombrado poeta Antonio Machado.
En República Dominicana, comenzó a trabajar como profesora de español de jóvenes refugiados judíos en Sosúa; formó parte del cuerpo de redactores e investigadores del Boletín del Archivo General de la Nación y dirigía el departamento de Archivos, Bibliotecas, Mapotecas y Publicaciones de la Cancillería.
En 1948 ingresó a la redacción de El Caribe. A partir de 1963 fue directora del Suplemento Cultural y directora de Suplementos.
Producía el segmento “Nuestra Cultura”, en Teleantillas.
Patrimonio Cultural Viviente, doña María nació el 22 de febrero de 1914 en Segovia, España, hija de Jerónimo de Ugarte Roure y Carmen España Algorri. Tuvo las nacionalidades española y dominicana.
En 1950 se casó por segunda vez con José Antonio Jiménez Álvarez.
Publicó: Monumentos coloniales; La Catedral de Santo Domingo, Primada de América; Iglesias, capillas y ermitas coloniales; Estampas coloniales; Prats-Ventós 1925-1999; María Nieves Sicard en la Ciudad de Ovando.
También “Los años dominicanos” en “Vela Zanetti 1913-1999”; Textos Literarios; Mario Bobea Billini, Forjador de sueños; Historia, diplomática y archivística. Contribuciones dominicanas; Fortificaciones coloniales de Santo Domingo. Contribución a su estudio. Fue co-autora de libros de arte.
Dejó artículos en Cuadernos Dominicanos de Cultura y en La Nación. Colaboró a su llegada con los intelectuales Manuel Arturo Peña Batlle y Julio Ortega Frier.
Miembro de la Academia Dominicana de la Historia y la de Ciencias de la República Dominicana. Fue declarada Patrimonio Cultural Viviente, en 1995.
Falleció el cuatro de marzo de 2011.
Sobre doña María, expresa Carmenchu: “Mi madre era admirable en muchos aspectos. Entre estos, en ella admiraba su espíritu independiente, su capacidad para hacer frente a situaciones difíciles sin amedrentarse, su forma de concebir el trabajo convirtiéndolo en una especie de divertimento, en vez de estresarla, la entretenía; su vasta cultura, su ética profesional, su responsabilidad hacia toda la familia”.
La calle. El 19 de septiembre de 2024 fue designada con el nombre de María Ugarte España la antigua “Calle 7”, del sector La Castellana.