Lograr la formalización, ofertar empleos de calidad y mantenerse están entre los principales retos de las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes).
Al exponer sobre esto temas, Marina Ortiz, directora ejecutiva del Fondo para el Financiamiento de la Microempresa (Fondomicro), refiere que el 31 por ciento de esas empresas mueren al primer año de ser creadas, el 33 por ciento de las que surgen se queda. El resto son las que tienen mucho tiempo en el mercado.
Explica que los tres primeros años son los más determinantes para la empresa porque si logra mantenerse en ese periodo las probabilidades de crecimiento son significativamente mayores.
Aclara que no todos los problemas de la Mipymes se dan por temas de dinero, sino por falta de una gerencia adecuada.
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Indica que muchas veces se crean negocios sin hacer estudios de factibilidad y entender qué requiere el mercado.
Por ejemplo, en las plazas comerciales se inician comercios con una estructura que el negocio no permite sostener, no tienen publicidad, no conocen bien los suplidores, no tienen un staff de clientes importantes y cuando vienen a ver a los seis meses tienen que cerrar porque son negocios fallidos porque desde sus inicios tienen gastos fijos.
“Deben propiciarse programas que contribuyan a la gestión adecuada de las finanzas para que esas empresas puedan fortalecerse, satisfacer las necesidades del mercado en mejores condiciones y generar empleos formales”, cita.
Subsistencia
Ortiz expone que la dinámica del sector tiene dos dimensiones en función a sus niveles de desarrollo. La micro de subsistencia, por ejemplo en Gualey siempre habrá una doña que vende helados en su casa, o sea, siempre va existir un tipo de negocio que se da en un entorno de menor poder adquisitivo y donde suplen necesidades importantes en el barrio y la población circundante.
Un segundo plano es que siempre habrá una empresa que va a tener vocación de expansión y crecimiento e irá transitando de pequeña a mediana. Ortiz cita que el 68 por ciento de las pequeñas y medianas empresas de hoy empezaron como una micro.
Formalización
Ortiz considera importante que las microempresas cuenten con mecanismos que faciliten su formalización de forma ágil.
También que cuente con vías más sencillas de tributar, pues si bien es cierto que existe el Régimen Simplificado de Tributación, los empresarios deben auxiliarse de contables, llenar formularios que no siempre saben cómo hacerlo.
Indica que Fondomicro ha propiciado la creación de asociaciones para que apoyen a los empresarios en sus cumplimientos y que ofrezcan los servicios contables para que los asociados reporten debidamente sus obligaciones.
Plantea que se establezcan mecanismos para que la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) pueda cruzar las informaciones y no sea el empresario que tenga que decirle que no ha tenido operaciones. Refiere un estudio que hiciera para Compras y Contrataciones con ingenieros que se formalizaron para aplicar como proveedores del Estado, pero luego no le adjudicaron ninguna obra y ese grupo cuando vino a ver tenía deudas en la DGII porque no reportó en cero.
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Dificultades con seguridad social
Cobertura
Uno de los elementos limitantes de las microempresas es que muchas veces operan en la informalidad y no pueden generar condiciones de empleos decentes y poder ofrecerle al empleado un seguro médico, pensiones y riesgo laboral. Ortiz señala que eso refleja las dos caras de la moneda.
Por un lado, que cuando el microempresario contrata no ofrece a sus empleados condiciones adecuadas. Sin embargo, si el empleado va al Ministerio de Trabajo y dice que ha trabajado en una empresa por equis tiempo, la institución exige el pago de sus prestaciones y el empleador se encuentra con que no ha aprovisionado recursos para esos fines y tiene que ir al sistema financiero a buscar un préstamo para pagar ese compromiso, y eso lo hace más vulnerable también.
Ortiz insiste que lo ideal sería que hubiese una forma simplificada para que las microempresas puedan atender estos temas.