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En el año 1953, Julio Francés dirigió la obra “El Conflicto de Mercedes”, de Pedro Nuñez de Seca, y “Cristalina”, de los Hermanos Álvarez Quintero, presentadas en auditorio de la Normal de Señoritas Salomé Ureña.
A este período de los años cincuenta pertenecen los dramaturgos: Manuel Rueda, Franklyn Domínguez, Máximo Avilés Blonda y Héctor Incháustegui Cabral, sus obras constituyen clásicos del teatro dominicano. De este período surgen grandes actores que dominaron la escena por mucho tiempo: Niní Germán, Rafael Vásquez, Armando Hoepelman, Monina Solá, Lucía Castillo, Salvador Pérez Martínez, Lamela Geler, Iván García, Rubén Echavarría, Danilo Taveras, Jesús Lizán, Freddy Nanita, Rafael Gil, Nubia Ulloa, Esperanza Alvarez, Flor de Bethania Abreu, Camilo Carrau.
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En el 1955, el “Circulo Cultural Yaqui Club”, introdujo el “Teatro Arena”, con la obra “Picnic” de William Inge, presentada en el Roof Garden del Hotel Jaragua. Dirigía este grupo Payeyo García Troncoso. Por poco tiempo permaneció esta forma de teatro.
Con la inauguración del Palacio de Bellas Artes, su escenario se convierte en el centro de la actividad teatral y sede del “Teatro Escuela Nacional de Bellas, dirigido por muchos años por Luis González Chamorro. Entre las obras presentadas en 1956: Llama un Inspector de J.B. Priestley, “Un espíritu burlón” de Nowel Cowel, “Edipo Rey” de José María Pemán. En1957 “La muerte de un viajante” de Arthur Miller. “La Casa de Bernada Alba”, de Federico García Lorca. Ese año Manuel Rueda publica su obra “La Trinitaria Blanca”. Obras presentadas en Bellas Artes, 1958: “Arsénico y Encaje Antiguo” de J.O. Kosseining, “Don Gil de las Calzas Verdes”, de Tirso de Molina. Franklyn Domínguez estrena sus obras “El Último Instante” y “La Broma del Senador”. Iván García, se inicia como director con la obra “Julio César”, de William Shakespeare.
En 1959 se presentó “A Puerta Cerrada” de Jean Paul Sartre. Máximo Avilés Blonda estrena su obra “Las Manos Vacías” y Héctor Incháustegui Cabral, “Prometeo”. Destacan en este período otras figuras de la escena, Josefina Gallart, Aurea Juliao, José Bienvenido Guerra -Pepito-, Margarita Baquero.
Franklyn Domínguez marcó un hito en la historia de nuestro teatro, con la presentación en 1959 de su obra “Espigas Maduras”, en la que a través de una familia como alegoría, denunciaba la tragedia del pueblo dominicano bajo la tiranía de Trujillo. La impronta social se ha mantenido en su teatro con sus obras “El Primer Voluntario de Junio” y en su trilogía de sátiras políticas “Campaña Electoral”, “Se Busca un Hombre Honesto” “Se Busca un Hombre Deshonesto” y “La Espera”.
En 1960 Marcio Veloz Maggiolo en su obra “Creonte” plantea la realidad política desde distintos planos. Nuevos actores graduados de la Escuela de Bellas Artes, van surgiendo en esos años, Rafael Anez Bergés, Miguel Alfonseca, Mario Heredia, José Casanova, Delta Soto, Rafael Villalona.
Por un corto período, inicio de los 60, luego de la caída de la tiranía, el teatro estuvo poco activo. En 1963, se estrenó en el país, en el teatro de Bellas Artes, la obra de Samuel Beckett “Esperando a Godot, dirigida por Luis José Germán, y las actuaciones estelares de Iván García y Rafael Vásquez; como nota curiosa a su estreno asistió el recién electo presidente de la República, Juan Bosch.
Ese año 1963 se presentó el “Primer Festival de Teatro”, Iván García estrenó su obra “Más allá de la Búsqueda”, Máximo Avilés Blonda, “La Otra Estrella en el Cielo” y Marcio Veloz Maggiolo “Creonte”. Héctor Incháustegui Cabral, “Filoctetes”, las obras fueron dirigidas por Rafael Gil. Dos obras presentadas en 1964, atrajeron un gran público, “Fuente Ovejuna” de Lope de Vega y “Vivir es Formidable” de Alfonso Paso.
En 1967 el actor Servio Uribe crea el grupo de poesía coreada “Calíope”. En 1968, Efraim Castillo publica su obra “Viaje de Regreso”. A su regreso de la Unión Soviética, en 1969, Rafael Villalona introduce el método Staniskavski y funda junto a la actriz Delta Soto “Nuevo Teatro”, siendo miembros además, Angel Haché, Augusto Feria, Miguel Angel Bucarelly y Víctor Checo. Nuevo Teatro Inició sus presentaciones con la obra “Los ojos grises del Ahorcado”, del dramaturgo Rafael Añez Bergés. Otros dramaturgos sobresalen a finales de los 60, Marcio Veloz Maggiolo, con sus obras “Creonte”, “Después de las Cenizas” y “El Cáncer Nuestro de Cada Día”. Carlos Esteban Deive publica en 1971, “El Hombre que Nunca Llegaba”.
Un momento histórico fue la inauguración en 1973 del “Teatro Nacional Eduardo Brito”, con tres salas, la “Sala Ravelo” tiempo después fue dedicada solo a la representación de obras de teatro.
En 1974, Bienvenido Miranda, funda la compañía “Alta Escena”, inicia su largo camino con obras como, “La importancia de llamarse Ernesto”, de Oscar Wilde. María Castillo recibe el “Premio Revelación del Año”, por su interpretación en la obra “Los Clavos”, de Carlos Acevedo Gautier. Ese año el escritor y gestor cultural, Freddy Ginebra, inaugura “Casa de Teatro”, ubicada en la Zona Colonial, un espacio abierto a diferentes expresiones artísticas.
“El “Premio Nacional de Teatro Cristóbal de Llerena” 1975 fue otorgado a Franklyn Domínguez por su obra “Omar y los Demás”, que tardaría muchos años llevarla a escena. Ese año, en Bellas Artes, se presentó la obra “Trevor”, de John Bowen, protagonizada por la naciente estrella de nuestro teatro, María Castillo, junto al actor Mario Heredia, la actriz Josefina Gallart y la dirección de Luis José Germán.
Manuel Chapuseaux y Nives Santana fundan en 1976 el “Teatro Gayumba”, llevando a escena obras de diferentes géneros, dentro de un estilo popular.
Grandes figuras de nuestro teatro surgen en estos años, Karina Noble, Elvira Taveras, Carlota Carretero, Juan María Almonte, Víctor Pinales, Karina Guerra, los dramaturgos, Giovanni Cruz, Reynaldo Disla, Chiqui Vicioso y Radhamés Polanco.
El teatro “Cúcara-mácara”, especialmente para funciones dedicadas a los niños, es creado por Basilio Nova en 1981.
La obra “Omar y los Demás”, de Franklyn Domínguez, en 1983, obtuvo el Premio “Diego Fabril”, en Palermo, Italia. Ese año estrena y dirige en La Sala Ravelo su obra “Qué Buena Amiga es mi Suegra”, interpretada por, Monina Solá, Mario Heredia, Fermín Suarez, Amarilis Rodríguez y Tony Sanz. Con el patrocinio de E. León Jimenes, se crea el “Premio Casa de Teatro”. El actor y dramaturgo Reynaldo Disla recibe en 1985 el Premio “Casa de las Américas”, por su obra “Bolo Francisco”.
En 1987 la obra “Destino” del maestro Manuel Miniño, dirigida por Bienvenido Miranda, es presentada en el Teatro Nacional, con las actuaciones de Franklyn Domínguez, Lucía Castillo, Pepito Guerra, Lillyana Díaz, Ibel Cruz, Luz Divina Fulgencio y Federico Arturo Pellerano. En esta obra de arte total, interviene el Coro de la UNPHU dirigido por Mayra Peguero, interpretando cánticos del propio profesor Miniño y en la parte danzada, los bailarines Pastora Delgado y Juan Calderón, interpretan una coreografía de Irmgard Despradel.