Con el inicio del año escolar 2023-2024, toda la comunidad educativa tendrá que enfrentar desafíos que deben ser considerados por los responsables de la política educativa del país. La calidad educativa, junto con el bienestar emocional de nuestros niños y niñas, debe continuar generando una profunda reflexión y centrando todo nuestro accionar.
La preocupación por el bienestar emocional y social de nuestros estudiantes está en aumento. En el último año, el país se escandalizó en más de una ocasión, por los casos de violencia en las comunidades educativas. Esto se suma a los datos que refleja un estudio de la OMS de 2022, que afirma que uno de cada siete jóvenes de 10 a 19 años tiene algún trastorno mental; que la ansiedad y la depresión son más comunes entre estos jóvenes; y, que el suicidio es la cuarta causa de muerte entre los jóvenes de 15 a 29 años.
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Estos datos son preocupantes porque las condiciones de salud mental no atendidas, pueden generar secuelas permanentes durante toda la vida, afectando directa e indirectamente la salud física y la capacidad de llevar una vida plena y con propósito. Es necesario prestar mucha atención a lo que ocurre tanto a nivel escolar como social, lo que requiere que el Ministerio de Educación implemente programas de bienestar emocional sistemáticos, sólidos e integrales que involucren no solo al estudiantado, sino también a los equipos de gestión, docentes y familias.
A nivel regional, contamos con programas promisorios que podrían ayudar a identificar prácticas exitosas y que puedan adaptarse e integrarse en nuestras comunidades escolares.
El programa Salud en tu Escuela de México, se enfoca en la detección temprana de problemas que podrían afectar el bienestar emocional y físico de los estudiantes. En el mismo, los profesionales de la salud brindan orientación y acompañamiento sociocomunitario y escolar para ayudar al estudiantado a identificar y abordar problemas emocionales y psicológicos de manera oportuna.
En los Estados Unidos, existe el Sistema de Apoyo de Comportamiento Positivo, el cual tiene como objetivo mejorar los resultados de aprendizaje de los estudiantes mediante la mejora del ambiente escolar y la implementación de diversas estrategias para prevenir y atender posibles conflictos en las instituciones educativas.
En Colombia se emplea la estrategia Círculos de Paz, que fomenta la resolución de conflictos y el manejo del estrés mediante el diálogo y la mediación. Con esto, se reduce la tasa de violencia en los centros educativos y se brinda ayuda para el bienestar emocional y el aprendizaje de los estudiantes.
Todas nuestras escuelas están habitadas por niños, niñas y jóvenes que viven bajo la presión de sus pares, la información que obtienen en las redes sociales y los modelos de éxito que desde allí se instalan en el imaginario social. Por esto, pese a la diferencias geográficas y culturales, analizar las experiencias que desarrollan en otros sistemas educativos, cuyos propósitos y estrategias pueden apoyar al abordaje de temas no atendidos, puede ser la clave para ello, permitiendo el desarrollo de acciones eficaces en el corto plazo y que, combinadas con una comprometida visión a futuro, superen las gestiones gubernamentales y convirtiéndose en parte de la cultura institucional en todas las capas y niveles del sistema.