Un preocupante dato emerge de la Encuesta Nacional de Hogares de Propósitos Múltiples (Enhogar 2022), realizada por la Oficina Nacional de Estadística (ONE): 239,855 dominicanos carecen de actas de nacimiento, lo que equivale al 2.3 % de la población registrada (10,618,857).
A pesar de representar una minoría en términos porcentuales, esa cifra es significativa por las implicaciones que tiene en el acceso a derechos básicos y servicios esenciales.
Según Willy Otañez, encargado de Encuestas de la ONE, el análisis del registro de nacimiento en República Dominicana se aborda desde dos fuentes principales: las estadísticas vitales derivadas del Registro Civil de la Junta Central Electoral (JCE) y la encuesta Enhogar, que permiten identificar quiénes tienen certificado de nacimiento, los declarados sin obtener el certificado y los que carecen de registro formal.
Expresó que la más reciente investigación, la Enhogar 2022, estuvo basada en una muestra efectiva de más de 32 mil hogares, la cual reveló que un 97.6 % de los dominicanos está registrado en el sistema civil. Sin embargo, ese promedio nacional oculta desigualdades significativas cuando se desagregan los datos por región, nivel socioeconómico y grupo de edad.
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Desigualdad por nivel socioeconómico y región
El grupo socioeconómico más pobre presenta la mayor proporción de personas no declaradas, alcanzando un preocupante 7%.
Por otro lado, en regiones con mayores índices de pobreza, como Enriquillo, El Valle y Yuma, la cifra de menores de cinco años sin acta de nacimiento sube al 15 %, siendo aún más alarmante en zonas rurales, donde alcanza hasta el 29 porciento.
Esto resalta la correlación entre pobreza, ubicación geográfica y acceso al registro civil.
Generaciones invisibles
El impacto del subregistro no es solo individual, sino generacional. Los niños nacidos de madres sin acta de nacimiento tienen altas probabilidades de quedar también fuera del sistema.
Esa realidad perpetúa un ciclo de exclusión que afecta el acceso a servicios como la educación, salud y el empleo formal.
Tal es el caso Marianela de Jesús y Yeimi Gerardo, ya citadas en entregas anteriores por HOY. La primera, una joven mujer residente en el sector Maricao, carretera Villa Mella-Yamasá, quien, con apenas 32 años, es madre de seis hijos, todos indocumentados como ella. La segunda, vive en Guarícano y es madre de tres hijos, con igual condiciones.
Además, el grupo etario de 0 a 5 años muestra los mayores niveles de personas no declaradas, lo cual sugiere que la declaración tardía sigue siendo un problema.
Aunque ha habido avances como una reducción en el porcentaje de niños sin acta de nacimiento (del 13% en 2015 al 8 % en 2022), aún queda trabajo por hacer.
El registro como tema de política pública
Los datos de Enhogar 2022 exponen la necesidad de políticas públicas más inclusivas y focalizadas en los grupos más vulnerables. Esto implica fortalecer los programas de Registro Civil en comunidades rurales y empobrecidas, así como sensibilizar sobre la importancia de registrar a los recién nacidos.
Mientras que los datos globales indican un panorama alentador para el país, las brechas regionales y socioeconómicas subrayan la importancia de abordar este problema desde una perspectiva local.
En palabras de los expertos de la ONE, el subregistro no solo es una cuestión estadística, es una responsabilidad colectiva que exige acciones concretas para garantizar que ningún dominicano quede “invisible” ante el sistema.