Diógenes Tejada 
Una estampida de viajes ilegales a Puerto Rico, está enfrentando en estos momentos la Armada de República Dominicana por el Nordeste y Este, obligando a la comandancia general de la institución, a reforzar el patrullaje día y noche en las zonas.
Desde la madrugada de hoy, otras dos embarcaciones con 34 ilegales a bordo, 31 hombres y tres mujeres, fueron interceptadas por unidades navales de la Armada la primera en Sánchez, Samaná; otra con con 20 personas en la isla Catalina, La Romana.
Un informe de la institución suministrado a periodistas de este medio indica que suman siete los viajes ilegales frustrados en las últimas horas por miembros de la Dirección de Inteligencia Naval M-2 en Sánchez, Samaná, Miches, Higüey y Sabana de la Mar.
El considerable incremento de criollos tratando de viajar ilegalmente a Puerto Rico en yolas, se produce luego de que organizadores de las frustradas travesías, pusieran a circular la versión de la urgente necesidad de mano de obra en la isla.
Los traficantes de indocumentados expresan a quienes conquistan, que en Puerto Rico están pagando hasta 12 mil dólares semanales para la construcción de viviendas y edificios que fueron devastados por el paso por la isla del huracán María.
Los mafiosos cobran sumas que van desde 80 hasta 100 mil pesos y con el propósito de conquistar a las personas, los traficantes utilizan intermediarios en caso uno de los puntos donde se movilizan, especialmente en la zona Este y Norte del país.
De acuerdo a la Armada Dominicana, las embarcaciones interceptadas fueron construidas de fibra de vidrio, dotadas de motores de 60 caballos de fuerza con capacidad para más de 20 galones de gasolina.
Además de las embarcaciones y los motores fuera de borda, a los frustrados viajeros, los soldados de la Armada también incautaron varios garrafones llenos de gasolina, numerosas botellas de agua, chocolate y otros artículos que utilizarían en su intento de llegar a Puerto Rico.
Los detenidos fueron llevados en la mañana de hoy a la sede central del M-2 ubicado en el sector de Los Mameyes, Santo Domingo Este, donde están siendo interrogados y establecer los oficiales, los responsables de organizar los frustrados viajes.
