A un año de haber sido desalojados del sector Arroyo Lindo, próximo a Los Girasoles, en el Distrito Nacional, 250 familias están en desbandada, amanecen en marquesinas que prestan personas solidarias, en casas de parientes y amigos. Pero lo más doloroso, unos 600 niños y adolescentes están fuera de las aulas, debido a que no tienen domicilios fijos, lo que preocupa a sus padres porque no saben el futuro que les depara, ya que la educación es la única herramienta para salir de la marginalidad.
Beatriz Ureña, representante de los desalojados, expresó que desde el seis de diciembre de 2022, no han tenido paz, porque vieron derrumbar lo que habían levantados con sacrificios de toda sus vidas, sus casas para sus familias.
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Informó que durante dos meses se mantuvieron en los terrenos donde tumbaron sus techos, pero los agentes de la Policía Nacional y del Kilómetro 9 de la Autopista Duarte los sacaron a bombazos, tiros y apresamientos de varios, como si fueran delincuentes.
Revela que en más de 20 ocasiones han visitados instituciones del gobierno, incluyendo el Palacio Nacional y el Ministerio de la Vivienda, sin resultados hasta el momento.
Fernelia Ramírez, madre de tres hijos, pidió al presidente de la República que tenga misericordia por los desalojos, en especial, por los niños que están fuera de la escuela, porque sin educación no habrá futuro.
Afirma que agentes actuaron por orden de la señora Rufina Santana, quien dice estar pegada en este gobierno.
Señaló que esta señora no ha podido demostrar con documentos que sea propietaria de los terrenos, y una muestra es que a un año del desalojo se encuentra boscoso.
Solicitan al presidente de la República que declare de utilidad pública los predios que ocupaban y de donde fueron desalojados, para que luego proceda a entregar títulos a familias afectadas.