Los políticos de oposición lucen desesperados con el éxito de la gestión económica de Luis Abinader. Soñaban con años de recesión, crisis del costo de la vida y degaste político, pero ha sido lo contrario, los hechos son incontrovertibles, por razones de espacio me refiero solo a tres variables macroeconómicas.
Uno, fue rápida la recuperación del PIB que perdimos en 2020, tardamos menos de un año, el primero en la región.
El crecimiento de 2021 fue tan violento e inesperado, 12.3 por ciento, equivalente a una expansión de 4.7 % comparado con el nivel de producción real de 2019, que confundió a un político de la oposición, aunque se le explicó cortésmente que estaba equivocado, por varios meses repitió que se trataba de un rebote estadístico y solo dejó el tema cuando el Fondo Monetario Internacional (FMI) lo desmintió
Dos, en diez y ocho meses la economía recuperó 469,494 empleos formales e informales que se perdieron desde el último trimestre de 2019 al segundo trimestre de 2020, de los cuales 359,179 durante en el peor momento de la pandemia, en abril-junio 2020.
En abril-junio de 2022 se había alcanzado el nivel (4,649,688) de ocupaciones de octubre-diciembre 2019.
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Y tres, la oposición política intentó sacar rédito a la inflación, pero también fracasó, con los precios disparados a nivel mundial en julio más de la mitad de los países de la región tuvieron una inflación anualizada superior a la nuestra.
Con productos y servicios encarecidos, fue un mes sin inflación, aumentaron (9.43%) menos que en junio (9.48%). La reducción de la inflación de 9.64% en abril a 9.43% en julio nos dice que, a pasos lentos, pero sin pausa, estamos dejando atrás lo peor de la inflación.
El fracaso explica la desesperación de técnicos-asesores de los dirigentes opositores, sumaron y promediaron estadísticas para más de 12 meses, violando las mejores prácticas de países con metas de inflación y recomendaciones del FMI. Pretendieron presentar al país como de los que tienen mayor inflación en la región, con la mala suerte de que comparando la inflación interanual de junio (9.48 por ciento) con el centro del rango meta se demuestra lo contrario, nuestra economía es de las que presentan el menor diferencial, de hecho está en el tercer lugar (Uruguay, Guatemala y República Dominicana) entre las que siguen el esquema de meta de inflación.
Este lugar privilegiado y la tendencia descendente de los precios desde abril cuando alcanzó el pico de 9.64% en tasa interanual, se debe a la buena mezcla de política fiscal y monetaria, lo que es reconocido por inversionistas, calificadoras de riesgo y organismos internacionales, cuando destacan el favorable clima de estabilidad política para la inversión.
Un ejemplo de buena política de gastos es el Presupuesto Complementario, aumenta el déficit fiscal del año en RD$47, 395.2 millones y amplia a -3.6% del PIB la brecha entre ingreso y gasto total, incluye RD$92,368 millones para contrarrestar los efectos de la inflación importada.
De este monto, RD$77,521.09 millones para subsidiar el consumo de gasolina, gasoil, GLP, alimentos de la canasta básica, insumos importados, programas sociales destinados a familias necesitadas del país y para evitar alzas bruscas de la tarifa de consumo de electricidad.