Lo que ya se sabía
En 1891 y 1892 dos arqueólogos, uno norteamericano y otro alemán, visitaron la ciudad de Santo Domingo y dibujaron un cemí de algodón que había aparecido en una cueva en las cercanías de El maniel. Pertenecía a un señor Cambiaso. En 1907 otro arqueólogo norteamericano llegó al país pero se enteró de que ese cemí había sido sacado hacia otro destino.
Más de sesenta años después, en 1970, quien esto escribe estuvo en Londres en el Museo Británico y allí encontró una fotografía del cemí de algodón, pero resultó ser que no estaba allí y después de escribir a varias instituciones italianas, suponiendo que la familia Cambiaso, de origen italiano, lo había enviado a ese país, pudo localizarlo en el Instituto y Museo de Antropología y Etnología de la Universidad de Turín donde habían pensado siempre que pertenecía a la cultura de los incas y por eso estaba en una vitrina junto a una momia peruana.
Como parte de nuestras investigaciones con motivo de ese descubrimiento encontramos que Juan Vallejo había escrito en 1547 en su “El memorial de la vida de fray Francisco Jiménez de Cisneros” el célebre cardenal Cisneros (1436-1517) quien durante años encabezó la Inquisición en Castilla donde fue Regente, que cuando el padre Francisco Ruiz regresó a Castilla llevó a Cisneros “dos ídolos de diversas maneras, de formas espantables de los espíritus malignos, hechos a los ojos y los dientes de huesos de pescado y los cuerpos como de contezixas o faldas de haragán para jinetes de guerra que usamos acá y los pies y orejas de algodón, todo hecho de sus manos”. También expliqué que en 1657 en Martinica los indios habían encontrado en cuevas “ídolos de algodón con forma de hombres” que fueron enviados a Francia, pero primero llegaron a España donde fueron sometidos a la Inquisición, pero luego se aclaró su destino y no fueron destruidos. Igualmente cité que Alejandro Geraldini, primer arzobispo de la Catedral de Santo Domingo, en su libro que escribió en 1522 aparece su carta al papa León X enviándole el cemí de algodón los cuales eran “el dios principal de estas regiones”, y le pidió al papa que “aquellos dios vencidos, juntamente con el elogio que sigue, con tu divina autoridad los mandes a colgar a la entrada del palacio Laterano y el vestíbulo de San Pedro” con el siguiente texto: “Estas son las crueles deidades vencidas por León X y enviadas por el obispo Alejandro Geraldini, siervo de Su Santidad, de las tierras del equinoccio. Ahora enmudecieron, antes hablaban”. No se sabe qué hizo el Papa con esos cemís.
Finalmente, en el año 2014, siendo quien escribe presidente de la Academia Dominicana de la Historia, publicamos el libro “El cemí de algodón taíno” que incluyó seis artículos escritos entre 1963 y el 2012 por expertos italianos quienes estudiaron el cemí y analizaron su contenido.
Nueva información
Recientes investigaciones por parte de expertos europeos han determinado que el cardenal Cisneros poseía dos maletas llenas de piezas taínas procedentes de La Española, las cuales habían llegado a través del antes referido Francisco Ruiz entre 1501 y 1502, piezas que luego se ubicaron en la Universidad de Alcalá de Henares en 1547. Uno de esos cemís de algodón fue luego enviado a Múnich, ya que en aquella época el rey de España Carlos I a su vez conformaba parte del Sacro Imperio Romano-Germano (1520-1558). Esa pieza había pertenecido al cardenal Cisneros hasta su muerte en 1517. Ese cemí estaba conformado por caracoles rojos y blancos con ojos azules de vidrio, lo que indica que por lo menos parte de ese cemí fue modificado después de su llegada de La Española para incluir material europeo. Un dibujo de ese cemí de algodón aparece en este artículo.
El conocido arqueólogo Herbert Krieger estuvo en Santo Domingo en 1930 y sus archivos se encuentran en el Smithsonian Institution de Washington. Allí fue la profesora de la Universidad de Oxford, Joanna Ostapaowicz y encontró un documento a mano redactado por Rodolfo D. Cambiaso en 1907 quien explicó que el cemí de algodón fue adquirido por su padre el almirante Juan Bautista Cambiaso en 1882 que había sido encontrado en una cueva en Petit Trou, hoy Enriquillo, en el Bahoruco. Dicho pueblo se encuentra a pocos kilómetros al este de maniel viejo, donde sabemos, por los relatos del gobernador Aslor que vivieron esclavos cimarrones. Según el padre Carlos Nouel hasta 1868 allí vivían hombres “semi salvajes” conocidos con el nombre de “bien-bienes”. Cuando a principios del Siglo XX Rodolfo Cambiaso había citado que el cemí de algodón había sido ubicado en una cueva en “el maniel”, se pensó en el maniel más conocido, que es el nombre que tenía hasta hacía poco tiempo el actual pueblo de San José de Ocoa. También existieron manieles en Neiba y en el sureste de Higüey. El texto localizado en el Smithsonian indica que el cemí “fue encontrado en una cueva cerca de Petit Trou (Enriquillo) por un montero quien, al pensar que se trataba de un fantasma, lo atacó con su machete y le separó en dos el cráneo”. Eso había ocurrido en 1882, año en que fue comprado por el almirante Cambiaso y llevado a la ciudad de Santo Domingo en ese mismo año. Los expertos europeos han realizado estudios de radiocarbono 14 y han determinado que el cemí de algodón de la cueva cerca de Enriquillo fue confeccionado entre 1441 y 1522, es decir en la etapa final de la cultura taína.
El conocimiento sobre la existencia del cemí de Turín ha sido tan amplio que en Puerto Rico existe un grupo de “neotaínos”, creedores en la cultura y la religión taína quienes han construido una réplica bastante parecida del cemí de algodón original, el cual adoran y al cual encienden velas. Incluimos una fotografía de dicha réplica del cemí.
En la reunión de FITUR en Madrid del 2023, un grupo de San Cristóbal llevó una réplica de seis pies de altura del cemí de algodón con el cual se fotografió nuestro ministro de Turismo. A este ritmo a nuestros turistas les estaremos vendiendo réplicas de cemís de algodón en miniatura los cuales hasta tal vez colgaremos en nuestros árboles de Navidad.
La Universidad de Turín y un grupo de expertos han obtenido recursos económicos de la Unión Europea para construir un cemí de algodón “gemelo”, pero virtual, es decir un holograma, el cual estará disponible para cualquier institución pública o privada que quiera tenerlo y exhibirlo a principios del 2025.
Finalmente, la prensa dominicana ha reportado desde hace pocos años la posibilidad de que el cemí de algodón de Turín venga a la República Dominicana por un tiempo. Fuimos informados por personal del Instituto de Turín que actualmente existen negociaciones entre el ministerio de Cultura italiano y el dominicano sobre este asunto, pero también vimos recientemente en la prensa que el ministro de Cultura italiano tuvo que renunciar por un escándalo al descubrirse que tenía una amante que trabajaba dentro de su institución y que ha divulgado información confidencial sobre el funcionamiento del gobierno italiano.