Matan a dos dominicanos en tiroteo en Pensilvania

Matan a dos dominicanos en tiroteo en Pensilvania

CHESTER, Pensilvania, EE.UU. (AP) — Un empleado descontento abrió fuego en una compañía de lino cerca de Filadelfia el miércoles, matando a dos colegas de trabajo, dominicanos, e hiriendo a otros tres, informaron autoridades.

El hecho ocurrió en la compañía Delaware County Linen a eso de las 8:30 de la mañana en la ciudad de Chester, a unos 29 kilómetros (18 millas) al sur de Filadelfia.

El agresor huyó en un vehículo pero fue capturado poco después en una parada de tráfico en la cercana Trainer, dijo el fiscal distrital Jack Stollsteimer. Las autoridades no han difundido su nombre y el motivo específico sigue sin conocerse. Informes previos habían dicho que el tirador era un exempleado.

“Esto es parte del problema de las armas de fuego en Estados Unidos”, dijo el alcalde de Chester, Stefan Roots, añadiendo que la pequeña ciudad había disfrutado de un período de calma relativa en años recientes y que la delincuencia estaba disminuyendo. “La violencia siempre es impredecible. No sabemos en qué condiciones está la gente, en una ciudad que se ha empobrecido como la nuestra”.

Roots llamó a los legisladores estatales a encarar la crisis de la violencia armada, especialmente cuando está relacionada con personas con problemas psicológicos.

“No podemos tener armas en manos de la gente equivocada”, dijo Roots. “Tiene que haber habido algún problema de salud mental cuando un empleado entra a su lugar de trabajo en un día laboral y se desquita de esa manera tan violenta. No solo contra su jefe, sino contra sus colegas, con quienes probablemente trabajó durante años”.

Tres personas siguen hospitalizadas, por lo menos una en condición crítica, dijo la policía.

La empresa llevaba en la comunidad más de 30 años y algunos trabajadores vivían tan cerca que venían caminando, dijeron residentes. Algunos de los trabajadores que estaban allí cuando estallaron los disparos luego se reunieron a la entrada de una iglesia al otro lado de la calle, detrás de barreras policiales. Uno tenía la mano vendada.

“Aquí siempre está tranquilo. No tenemos muchos problemas, así que esto es sorprendente”, dijo Doneshia Johnson, quien vive al lado de la compañía y estaba afuera con un su nieto de 1 año. Dijo que cuando estallaron los disparos ella había salido.

“Uno nunca sabe. Por eso cuando te despiertas tienes que rezar y esperar a que ese día regresarán a casa sano y salvo”, añadió.

Más leídas