Kyliam Mbappé tendrá pesadillas con la despedida como árbitro del español Antonio Mateu Lahoz, que este lunes, ante Grecia, negó hasta cuatro reclamaciones de penalti a la estrella francesa.

Tras haberse despedido en el plano nacional en la última jornada de la liga española, Mateu bajó el telón a nivel internacional en un gran escenario- el Stade de France, aunque su labor no gustó ni a Francia ni a Grecia en este encuentro de la fase de clasificación para la Eurocopa 2024.

Pero las cosas habían comenzado mucho mejor, cuando el trío arbitral y los dos capitanes se juntaron antes del encuentro para el sorteo de campos.

El micrófono ambiente captó claramente la voz de Mateu en español pidiendo una foto con ambos porque le hacía “ilusión». Y antes de salir al terreno de juego se veía a Mateu hablar con Mbappé de forma distendida en el túnel de vestuarios.

Poco duró la ilusión de la foto, ya que no habían pasado dos minutos cuando Mbappé pidió su primer penalti tras ser agarrado por la camiseta y caer al suelo.

El atacante y capitán francés miró al colegiado mientras se señalaba un ojo con el dedo índice. Poco después, Théo Hernandez reclamó una mano en el área griega.

Y en el minuto 27 Mbappé pidió otro penalti, que pareció bastante claro, después de que Baldock le empujara con las dos manos cuando se aprestaba a rematar un centro. Mateu no pitó y se limitó a mirar fijamente y con rostro serio a la estrella gala.

Más penaltis pidió Francia en los minutos 40 (por manos) y en el 41, por otra acción sobre Mbappé. Ahí, Mateu terminó por dirigirse al jugador para hablar con él, entre los abucheos y silbidos de unas gradas llenas hasta la bandera.

“Estos cuarenta minutos entre Kylian Mbappé y Mateu Lahoz son cuarenta minutos de incomprensión”, resumió uno de los comentaristas de la televisión francesa.

A la salida del descanso, los dos protagonistas de la primera parte seguían hablando.

Y al comienzo del segundo tiempo sí se pitó un penalti. Mateu sancionó una clara falta cuando Mavropanos levantó mucho un pie para despejar y golpeó involuntariamente en la cabeza a Griezmann, que recibió un aparatoso vendaje.

Vlachodimos rechazó el lanzamiento de Mbappé, pero el árbitro ordenó repetirlo porque un defensa griego entró en el área de forma indebida. Ahí, Kylian no falló.

Todo esto irritó a los griegos, que se enfadaron aún más con la roja directa a Mavropanos por cortar a Kolo Muani cuando se dirigía directo hacia la meta visitante para marcar el segundo.

Aun así, los locales volvieron a enojarse con el árbitro por no sancionar otro penalti a Nkunku.

Al final, tanta polémica generó un tiempo añadido de nada menos 14 minutos en el segundo tiempo.

Tras el partido, el seleccionador francés, Didier Deschamps, sugirió en la televisión francesa que tal vez el árbitro del VAR habría optado por no enmendar al colegiado en su despedida.

“Es el último partido de (Mateu) Lahoz, personaje del arbitraje”, dijo entre sonrisas y aliviado de que a pesar de todo su equipo amarró los tres puntos.

Aparte de eso, Mateu Lahoz no perdió la ocasión para su costumbre de hablar con los jugadores, aprovechando que conocía a varios de la liga española, como los madridistas Camavinga y Tchouaméni, el atlético Griezmann y el barcelonista Dembélé.