Hay verdades que nadie se atreve a discutir o negar porque están ahí, afrentosas, golpeando nuestra sensibilidad, como por ejemplo el atraso secular de la región sur, una dolorosa realidad de la que nuestros políticos solo se acuerdan cuando están en campaña electoral. Y son los propios políticos los que lo reconocen, en una especie de mea culpa que habría que considerar como un inusual gesto de honestidad y franqueza autocrífica.
Todo esto a propósito de la visita a Barahona, durante el fin de semana, del presidente del PRD Miguel Vargas Maldonado, donde encabezó un encuentro con dirigentes de esa organización, ocasión que aprovechó para elogiar la calidad de su gente, pero también para criticar a los políticos que no han atendido como corresponde sus apremiantes necesidades, dejándolos fuera de sus programas de gobierno. “La gente del sur es buena y trabajadora, pero la clase política la ha confundido como tierra de santos, porque solo los santos viven de promesas.”
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Cabe suponer que el presidente del PRD no sufrió un repentino ataque de amnesia que lo hizo olvidar que, entre los gobiernos que según sus palabras le han dado la espalda al sur, están los del PLD y Danilo Medina de los que fue aliado y funcionario de primera línea, y por supuesto también el del PRD que encabezó su examigo Hipólito Mejía y del que fue ministro de Obras Públicas, donde tuvo la oportunidad de hacer muchas cosas por la preterida región.
Por eso prefiero tomar las palabras de Vargas Maldonado como un mea culpa aunque no haya sido esa su intención, y no como otra muestra del cinismo y la demagogia a las que nos tienen acostumbrados nuestros políticos.
Mientras tanto, los sureños continúan a la espera de que demuestren con acciones y decisiones que el sur también existe, y que sobre todo entiendan que mas allá de la demagogia y los mea culpa su gente también tiene derecho a las bondades del desarrollo de las que disfrutan otras regiones del país.