Medicina Familiar en la prevención de las lesiones por presión

Medicina Familiar en la prevención de las lesiones por presión

Las úlceras por presión, también conocidas como escaras o llagas por decúbito, son lesiones que afectan la piel y los tejidos subyacentes debido a la presión constante y prolongada sobre áreas del cuerpo. Estas lesiones representan un desafío significativo en la atención médica, especialmente para personas con movilidad limitada, como aquellos que están postrados en cama o en silla de ruedas. Es fundamental comprender tanto la prevención como el manejo de las úlceras por presión para garantizar una atención dirigida a mejorar la calidad de vida de los pacientes.

La prevención es el pilar fundamental en la gestión de las úlceras por presión. Identificar a los pacientes en riesgo y tomar medidas proactivas son pasos primordiales para evitar la formación de estas lesiones. Los factores de riesgo incluyen la inmovilidad, la humedad excesiva, la desnutrición, la fricción y la presión prolongada sobre áreas del cuerpo como los talones, los glúteos, los codos y la parte posterior de la cabeza.

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Para prevenir las úlceras por presión, es esencial realizar cambios de posición regularmente, en especial para aquellos que pasan largos períodos en cama o en silla de ruedas.

Los pacientes deben ser reposicionados cada dos horas para aliviar la presión sobre áreas específicas del cuerpo. Además, es importante mantener la piel limpia y seca, utilizar almohadillas o dispositivos de alivio de presión y proporcionar una nutrición adecuada para promover la salud de la piel y los tejidos.

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Dra. Joselyn Torres
médica familiar del Hospital General de la Plaza de la Salud (HGPS).

La identificación temprana de las úlceras por presión es fundamental para prevenir su progresión y complicaciones. Cuando evaluamos a nuestros pacientes realizamos evaluaciones regulares de la piel, especialmente en áreas de alto riesgo, para detectar signos tempranos de lesiones por presión. Estos signos pueden incluir enrojecimiento, calor, hinchazón, cambios en la textura de la piel y dolor localizado.
En casos los que las úlceras por presión ya están presentes, es crucial un enfoque integral para su manejo.

Esto incluye la limpieza adecuada de la herida, el control de la infección, la eliminación del tejido muerto y la promoción de la cicatrización de la piel. Los apósitos especializados, como los apósitos de hidrocoloide o los apósitos de espuma, pueden ayudar a mantener un ambiente húmedo y propicio para la cicatrización de la herida.

Existen distintas clasificaciones de este tipo de lesiones por presión; las mismas dependerán del tejido que se está comprometiendo del paciente, desde una lesión que solo esté afectada la superficie de la piel hasta lesiones que comprometen músculo y hueso.

Dependiendo de esta clasificación de las úlceras, nos definirá el tipo de atención y manejo que se ofrecerá al paciente, si estas pueden ser tratadas en el hogar o si ameritara tratamiento intrahospitalario con fines de curas en quirófano, antibióticos endovenosos, etc.

Además del tratamiento local de las úlceras por presión, es importante abordar los factores subyacentes que contribuyen a su desarrollo y progresión.

Prevención, tratamiento y consejos paliativos

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El cuidado de las úlceras por presión requiere un enfoque multidisciplinario que involucre a diversos profesionales de la salud, incluidos médicos, enfermeras, terapeutas ocupacionales, nutrición y especialistas en cuidados de heridas. Es fundamental proporcionar capacitación y apoyo continuo a los cuidadores para garantizar la adecuada prevención y manejo de las úlceras por presión en el hogar y en entornos de atención a largo plazo.

El progreso de estas lesiones, acompañadas de un proceso infeccioso concomitante pueden comprometer a nuestros pacientes a tener un desenlace fatal.

Muchos de estos pacientes ante sus limitaciones físicas se les hace imposible acudir a sus chequeos médicos regulares y es por esto el beneficio de las consultas médicas domiciliarias, en donde es el personal de salud que acude al hogar del paciente con fines de realizar sus evaluaciones periódicas correspondientes.

Concluimos recordando que las úlceras por presión representan una complicación significativa para pacientes con movilidad limitada y requieren una atención integral y proactiva. La prevención sigue siendo el componente más importante en la gestión de estas lesiones, y un enfoque centrado en el paciente y basado en la evidencia es esencial para mejorar los resultados y la calidad de vida de quienes están en riesgo. El enfoque debe ser global, que aborde tanto la prevención como el manejo de las úlceras por presión.

Preguntas frecuentes

¿Qué es una úlcera por presión?

Una úlcera por presión, también conocida como úlcera de decúbito o úlcera de presión, es una lesión en la piel y los tejidos subyacentes que se produce cuando una parte del cuerpo está sometida a una presión prolongada.

¿Cuáles son los factores de riesgo para desarrollar úlceras por presión?

Los factores de riesgo incluyen la inmovilidad prolongada, la falta de movilidad, la humedad excesiva, la desnutrición, la fricción y la presión sobre la piel, especialmente en áreas donde los huesos están cerca de la superficie de la piel, como los talones, los codos, las caderas y la espalda.

¿Cómo se pueden prevenir las úlceras por presión?

La prevención de úlceras por presión implica cambios frecuentes de posición, el uso de dispositivos de alivio de presión, mantener la piel limpia y seca, mantener una nutrición adecuada, y utilizar colchones y almohadas especiales para redistribuir la presión.

¿Cuáles son los signos y síntomas de una úlcera por presión?

Los signos y síntomas incluyen enrojecimiento de la piel que no desaparece después de aliviar la presión, cambios en la textura de la piel, ampollas, piel caliente o fría al tacto, y áreas de piel que se sienten más duras o más blandas que el tejido circundante.